Las vitaminas y los minerales, conocidos como micronutrientes, desempeñan un papel crucial en nuestra salud. El portal Mapfre de salud indica que estos intervienen en una amplia variedad de procesos y reacciones químicas dentro de nuestras células y son esenciales para mantenernos vivos. Estos nutrientes deben obtenerse en cantidades pequeñas a través de los alimentos y la exposición solar.

En nuestro organismo ocurren constantemente reacciones metabólicas que generan sustancias llamadas radicales libres. Estos radicales pueden dañar las arterias y favorecer la formación de placa ateromatosa. En el caso de la diabetes, se produce una mayor cantidad de radicales libres y, por lo tanto, un mayor estrés oxidativo. El estrés oxidativo se ha relacionado con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, así como lesiones en la retina, los riñones y los nervios en personas con diabetes. En este sentido, una ingesta adecuada de antioxidantes puede ayudar a reducir los efectos negativos del estrés oxidativo en los individuos diabéticos.

La diabetes es la quinta causa de muerte en personas entre los 30 y 70 años en Colombia. | Foto: Ukrinform / Future Publishing

Entre los antioxidantes naturales que pueden beneficiar a las personas con diabetes se encuentran algunas vitaminas, como la vitamina A en su forma de beta-caroteno. Según el portal de salud Mapfre, el betacaroteno es un pigmento de color que se convierte en vitamina A en el cuerpo y se encuentra en muchas frutas y verduras. Además de su función antioxidante, la vitamina A es esencial para proteger las células del daño y tiene efectos antiinflamatorios.

La vitamina E, también conocida como alfa-tocoferol, es otro nutriente importante en el contexto de la diabetes. Actúa como antioxidante y se encuentra en cada célula del cuerpo humano. La vitamina E ayuda al buen funcionamiento de los nervios y los músculos, previene la formación de coágulos sanguíneos y fortalece el sistema inmunológico. Sin embargo, el portal Medline Plus advierte que es importante mantener un equilibrio en los niveles de vitamina E, ya que tanto la deficiencia como el exceso pueden causar problemas de salud significativos. Fuentes como aceites vegetales, nueces, semillas, aguacates y verduras de hoja verde son buenas opciones para obtener vitamina E de forma natural.

Por su parte, la vitamina C, también conocida como ácido ascórbico, se utiliza como suplemento dietético en casos donde la cantidad de esta vitamina en la dieta no es suficiente. Se emplea en la prevención y tratamiento del escorbuto, una enfermedad causada por la deficiencia de vitamina C en el cuerpo. La vitamina C actúa como antioxidante, protegiendo las células contra los radicales libres, que pueden contribuir al desarrollo de enfermedades cardíacas, cáncer y otras enfermedades. Se encuentra en alimentos como frutas cítricas, fresas, kiwis y verduras como el pimiento rojo y el brócoli.

Las vitaminas recomendadas para aquellos que sufren de esta enfermedad pueden ser obtenidas a través de los alimentos y el sol. | Foto: syolacan/ Getty Image

Además de las vitaminas, ciertos minerales también desempeñan un papel importante en la salud de las personas con diabetes. El selenio, el zinc y el magnesio son ejemplos de minerales que actúan como antioxidantes y pueden beneficiar a los individuos diabéticos. Estos minerales se encuentran en diversas fuentes alimenticias, y una dieta equilibrada y variada proporcionará las cantidades adecuadas para evitar el daño celular.

Es fundamental tener en cuenta que, si bien las vitaminas y los minerales desempeñan un papel importante en la salud de las personas con diabetes, no se ha demostrado que la suplementación con pastillas de estos nutrientes sea efectiva. Según el portal de salud Mapfre, la recomendación general es obtener estas sustancias a través de una alimentación equilibrada y evitar el consumo excesivo de suplementos. Solo en dietas restrictivas para la pérdida de peso, donde la ingesta calórica sea muy baja, podría considerarse la suplementación con algunas vitaminas.

En cuanto al sodio y el potasio, es crucial para las personas con diabetes prestar atención a su ingesta. Una dieta rica en sal se ha asociado con un mayor riesgo de mortalidad cardiovascular en personas con diabetes, especialmente cuando también tienen hipertensión arterial. Por lo tanto, es recomendable reducir el consumo de sodio, evitando alimentos como salazones, conservas, aperitivos salados y embutidos. Además, es aconsejable leer las etiquetas de los alimentos envasados para controlar la cantidad de sodio que contienen.

Picada colombiana

Por otro lado, el aumento del consumo de potasio puede contribuir a regular la presión arterial. Se recomienda incrementar el consumo de alimentos ricos en potasio, como frutas y verduras, en lugar de depender de suplementos. Sin embargo, es importante tener precaución con el uso de sales de potasio en personas que toman medicamentos diuréticos ahorradores de potasio o inhibidores de la enzima conversora de angiotensina (IECA).