Entre los padecimientos más diagnosticados a nivel mundial se encuentra la diabetes, catalogada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una enfermedad crónica.
Cuando un paciente es diagnosticado con dicha enfermedad, quiere decir que sus niveles de glucosa (azúcar en la sangre) se encuentran elevados. Si no se controla este padecimiento de manera adecuada, pude afectar al corazón, los vasos sanguíneos, los ojos, los riñones y los nervios, tal y como lo afirmó en su portal web la entidad internacional antes mencionada.
Según datos de la entidad internacional, “aproximadamente 62 millones de personas en las Américas (422 millones de personas en todo el mundo) tienen diabetes, la mayoría vive en países de ingresos bajos y medianos, y 244.084 muertes (1.5 millones en todo el mundo) se atribuyen directamente a la diabetes cada año. Tanto el número de casos como la prevalencia de diabetes han aumentado constantemente durante las últimas décadas”, debido al sedentarismo y al abuso de determinados productos alimenticios.
Realizar cambios en la dieta e incorporar la actividad física entre sus hábitos, es la manera natural para que un paciente diagnosticado con el padecimiento disminuya los niveles de azúcar en la sangre de manera natural.
La fructosa en determinadas concentraciones también es perjudicial para la salud, por eso es importante restringir la ingesta de los productos que la contienen en dosis elevadas. Este compuesto viene de manera natural en algunos productos; sin embargo, en otros viene de manera añadida.
El portal de salud, belleza y cuidado personal Mejor con Salud menciona que “la fructosa es un hidrato de carbono simple que se encuentra en las frutas y en la miel. Es gracias a ella que presentan un sabor dulce”.
En medio de los avances tecnológicos, la industria alimentaria logró desarrollar un tipo de fructosa a nivel químico y es conocido como jarabe de maíz de alta fructosa, el cual viene de manera habitual en los siguientes productos:
Gaseosas
El jarabe de maíz de alta fructosa es el edulcorante más empleado a la hora de fabricar las gaseosas, los jugos industrializados y algunas bebidas alcohólicas. Se cree que este compuesto está presente en el 90 % de las bebidas que no contienen etanol y en el 10 % de los aperitivos, por eso la idea es evitar su consumo. Cabe mencionar que la mejor bebida para acompañar cualquier plato es el agua.
Postres y lácteos
El uso de este compuesto se ha extendido a otros productos que no lo solían tener, tales como productos lácteos, postres como el flan y diversos batidos. La idea es poder comprar productos los más naturales posibles.
Panificados y bollería
La mayoría de panes, galletas y productos de bollería, elaborados de forma industrial, contienen fructosa en su lista de ingredientes. Los panificados empaquetados la suelen tener entre sus componentes también.
Mermeladas y dulces
Este ingrediente también se emplea a la hora de preparar mermeladas, jaleas, frutas congeladas, cereales para desayuno y golosinas.
Aderezos, conservas y embutidos
También se usa la fructosa en aderezos y productos cárnicos. Por lo general, no se siente su sabor dulce en dichos productos; sin embargo, la industria lo emplea como conservante y realzador de sabor. Por lo general, este ingrediente no suele aparecer en las tablas nutricionales de los productos, por lo que se recomienda evitar su conusmo e intentar consumir productos lo más natural que se pueda.
“Una publicación científica de la Escuela de Nutrición de la Universidad de Buenos Aires remarcó el vacío legal que existe en el etiquetado de alimentos para que la presencia de los azúcares añadidos sea notoria y visible para el consumidor”, ley que ha ido cambiando en algunos países.