El colesterol, una sustancia cerosa similar a la grasa que se encuentra en todas las células del cuerpo, es esencial para la producción de hormonas, vitamina D y para ayudar en la digestión de los alimentos.
De acuerdo con el portal Medline Plus, aunque el cuerpo produce la cantidad necesaria de colesterol, también se puede obtener a través de alimentos de origen animal, como yemas de huevo, carne y queso.
Según el portal de salud de la biblioteca de Medicina de Estados Unidos, cuando los niveles de colesterol son demasiado altos, puede combinarse con otras sustancias en la sangre para formar placa, que se adhiere a las paredes de los vasos sanguíneos, provocando una acumulación conocida como arterioesclerosis.
Esta condición puede resultar en enfermedad de las arterias coronarias, estrechamiento o bloqueo de las arterias, lo que aumenta el riesgo de problemas cardiovasculares.
En la búsqueda de alternativas naturales para reducir los niveles de colesterol, dos semillas han ganado popularidad en la comunidad de la salud: las semillas de chía y las semillas de lino.
Las semillas de chía, originarias de México, son valoradas por sus propiedades medicinales y alto valor nutricional, proporcionando proteínas, calcio y fibra vegetal. Según la Universidad de Putra Malaysia, las semillas de chía contienen grasas poliinsaturadas que pueden tener efectos cardioprotectores, especialmente en mujeres como lo indica nuevasevas.
El portal La red hispana menciona que estas semillas son una excelente fuente de ácidos grasos omega-3, nutrientes beneficiosos para el corazón que pueden ayudar a reducir los niveles de colesterol total en sangre.
Consumir una onza de semillas de chía proporciona casi 5 gramos de ácido graso omega-3, lo que las convierte en un alimento ideal para combatir el colesterol y prevenir enfermedades cardiovasculares.
Para incorporar las semillas de chía en la dieta diaria, existen numerosas opciones como agregarlas a yogures, batidos, ensaladas, avena, sopas o incluso utilizarlas en la preparación de postres y galletas tal como lo recomienda el portal La red hispana.
Por otro lado, las semillas de lino, también conocidas como linaza, han sido apreciadas desde hace miles de años por sus múltiples beneficios para la salud. Según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, las semillas de lino son ricas en fibra, antioxidantes y ácidos grasos omega-3. Estos componentes hacen que las semillas de lino sean especialmente útiles para reducir el colesterol total y el colesterol LDL, o colesterol “malo”, como afirma Mayo Clinic.
En un estudio realizado por la Universidad de Oklahoma, se encontró que las semillas de lino, gracias a su contenido de lignanos, ácidos grasos omega-3 y fibra, ayudan a disminuir los niveles de colesterol LDL y colesterol total, reduciendo así el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Para obtener los beneficios de las semillas de lino, se recomienda consumirlas molidas. Nuevasevas explica que el cuerpo las puede digerir más fácilmente en esta forma. Al remojarlas en agua tibia durante aproximadamente 30 minutos antes de agregar otros ingredientes, se potencia su efecto.
Las semillas de chía y las semillas de lino son dos opciones naturales y saludables para disminuir los niveles de colesterol en la sangre. Sus propiedades nutritivas y contenido de ácidos grasos omega-3 hacen que sean valiosas aliadas en la lucha contra el colesterol elevado. Al incorporar estas semillas en la dieta diaria de manera adecuada, se puede contribuir a mantener una buena salud cardiovascular.