El envejecimiento saludable es un proceso continuo de optimización de oportunidades para mantener y mejorar la salud física y mental, la independencia y la calidad de vida a lo largo de la vida, de acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Además, Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos explicó que a medida que las personas envejecen, la mente y el cambian.
Por ello, tener un estilo de vida saludable puede ayudar a lidiar con estos cambios, pero también puede prevenir algunos problemas de salud y ayudar a aprovechar al máximo la vida.
Así las cosas, la revista Vogue reveló que el superalimento antioxidante que retrasa el envejecimiento efectivamente es la moringa, ya los antioxidantes son compuestos químicos que interactúan con los radicales libres y los neutralizan, lo que les impide causar daño.
Asimismo, el portal portugués de salud, nutrición y bienestar, Tua Saúde, señaló que “esta planta posee diversos compuestos bioactivos, como la quercetina y polifenoles, que actúan como antioxidantes y reducen la inflamación crónica, disminuyendo así el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares”.
Adicional, indicó que las “sustancias antioxidantes como polifenoles, vitamina C y betacarotenos, sustancias que estimulan el sistema inmune y ayudan a combatir infecciones y microorganismos”.
Ahora bien, el portal puntualizó que la parte más utilizada de esta planta son sus hojas, que es donde se encuentra la mayor concentración de antioxidantes, pudiendo ser consumidas en forma de té, cápsulas o polvo, aunque todavía no existe una dosis científica totalmente comprobada que se deba ingerir de moringa, pero, según Tua Saúde, algunos estudios sugieren que la ingesta sea de hasta 400 mg por día.
Sin embargo, el portal portugués indicó que no debe ingerir por más de dos a tres semanas, ya que la moringa es una planta que actualmente se encuentra en estudios.
Ahora bien, para obtener todos los beneficios señalados, la moringa debe formar parte de una alimentación balanceada y saludable que contenga al menos 400 g (o sea, cinco porciones) de frutas y hortalizas al día; menos del 10 % de la ingesta calórica total debe ser de azúcares libres, menos del 30 % de la ingesta calórica diaria debe proceder de grasas y se deben consumir menos de cinco gramos de sal (aproximadamente una cucharadita) al día y la sal debería ser yodada.
Entre tanto, otros hábitos que retrasan el envejecimiento efectivamente son:
1. Dormir lo suficiente: el descanso es de vital importancia para las personas, ya que dormir le da al cuerpo y al cerebro tiempo para recuperarse del estrés del día. Por ello, la mayoría de los adultos necesitan de siete a ocho horas de sueño por noche para una buena salud y funcionamiento mental. No obstante, cuando se duerme con la cara sobre la almohada se reduce el colágeno de la piel.
2. Hacer ejercicio: las nuevas directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiendan por lo menos de 150 a 300 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada o vigorosa por semana para todos los adultos, incluidas las personas que viven con afecciones crónicas o discapacidad, y un promedio de 60 minutos al día para los niños y adolescentes.
“La actividad física de cualquier tipo y de cualquier duración puede mejorar la salud y el bienestar, pero más es siempre mejor […] si debes pasar mucho tiempo sentado, ya sea en el trabajo o en la escuela, debes hacer más actividad física para contrarrestar los efectos nocivos del sedentarismo”, dijo el Dr. Ruediger Krech, Director de Promoción de la Salud de la Organización Mundial de la Salud.
De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y por ello lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.