La glucosa y la presión arterial elevadas son dos afecciones que generan complicaciones en el corazón. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos indican que, con el tiempo, los niveles altos de azúcar en la sangre pueden dañar los vasos sanguíneos y los nervios que controla el corazón.

Las personas con diabetes o niveles de glucosa muy elevados en su sangre también tienen más probabilidades de presentar otras afecciones que aumentan el riesgo de desarrollar enfermedad cardiaca. Por ejemplo, es probable que se aumente su presión arterial y presentar daños en sus arterias. Tener tanto presión arterial alta como diabetes puede aumentar considerablemente la posibilidad de desarrollar enfermedad cardíaca.

La mencionada fuente asegura que las personas con diabetes también tienen más probabilidades de insuficiencia cardiaca, una afección en la que el corazón no puede bombear la sangre eficazmente. Es posible que cause hinchazón en las piernas y acumulación de líquido en los pulmones, lo cual dificulta la respiración.

“La insuficiencia cardíaca tiende a empeorar con el tiempo, pero su diagnóstico y tratamiento temprano puede ayudar a aliviar los síntomas y detener o retrasar su empeoramiento”, precisa.

El aceite de oliva es clave para incluir en una dieta equilibrada y saludable. | Foto: Getty Images

Así las cosas y teniendo en cuenta que se trata de dos padecimientos que se desarrollan de forma silenciosa, es importante adoptar medidas tendientes a prevenirlos y una de las mejores formas de hacerlo es cuidando la alimentación. El consumo de frutas, verduras, proteínas magras, cereales integrales y la ingesta frecuente de agua son determinantes para hacerles frente.

Aceite de oliva para controlar la glucosa

En el marco de una dieta balanceada, uno de los alimentos más recomendados es el aceite de oliva. Según Medical News Today, una dieta rica en este aceite ayuda a reducir los riesgos a sufrir una enfermedad cardiovascular, presión arterial alta o infartos. También es bueno para regular el azúcar en la sangre.

Una publicación de la revista Mejor con Salud, escrita por Daniela Echeverri Castro, cita un estudio publicado por la revista científica Diabetes Care, en el cual se determinó que cualquier dieta mediterránea que incluya este alimento es capaz de reducir los casos de diabetes tipo II hasta en un 50 %.

Esto se debe a que el aceite de oliva extra virgen contiene grasas saludables que ayudarían a regular los niveles de azúcar en la sangre y la producción de insulina, hormona que se encarga de controlar esta sustancia en el cuerpo, al permitir su paso a las células para que estas la conviertan en energía.

El aceite de oliva es bueno para prevenir la diabetes y evitar problemas cardiovasculares. | Foto: Getty Images

De igual forma, ayudaría con el control de la presión arterial. Esto es debido a su contenido de antioxidantes, grasas saludables y compuestos fenólicos, que contribuyen a mejorar la salud del sistema cardiovascular y cuidar la condición de los vasos sanguíneos, permitiendo una buena circulación.

Los expertos aseguran que el aceite de oliva extra virgen es hipocolesterolémico; es decir, reduce la absorción intestinal del colesterol que contienen los alimentos y, dado el alto contenido de polifenoles, aporta en la limpieza de la sangre y los vasos sanguíneos, mejorando el flujo de la sangre.

“Los polifenoles son sustancias conocidas por su poder antiinflamatorio y antitrombótico que ejercen un efecto cardioprotector ante la arterioesclerosis, un proceso de estrechamiento y endurecimiento de las arterias debido a la perdida natural de elasticidad asociada al envejecimiento”, según la Fundación Española del Corazón.

El aceite de oliva puede incluirse de diversas formas en los alimentos. | Foto: GettyImages

Más bondades

En la larga lista de beneficios de este alimento también está que, gracias a sus contenidos de grasas saludables monoinsaturadas, el aceite de oliva y, en general, la dieta mediterránea, se asocia con el retraso del deterioro mental, que está vinculado a enfermedades mentales como el alzhéimer.

Mejor con Salud señala que hay diversos estudios que apuntan a los compuestos fenólicos del aceite de oliva como agente protector contra algunos tipos de demencia, sin embargo, se requiere de mayor investigación con el fin de obtener resultados claros en torno al tema.