Los profesionales de la salud han hecho énfasis a lo largo de los años acerca de la importancia de alimentarse bien y dejar a un lado la ingesta de productos ultraprocesados cargados de grasa y azúcares. La persona que lleva una vida sedentaria y que suele comer comida chatarra y poco saludable se encuentra en mayor riesgo de desencadenar diversos padecimientos, incluidos aquellos que afectan la memoria, la concentración y el aprendizaje.

Varios estudios han logrado determinar que la mejor dieta para cuidar de la salud del cerebro es la que se denomina como mediterránea, con el paso de los años este plan de alimentación ha recobrado fuerza gracias a los beneficios que trae para la salud.

Una dieta mediterránea prioriza el consumo de alimentos en su estado natural, tales como frutas y verduras, a su vez incluye la ingesta de proteínas magras, como el pollo y el pescado y suele tener como ingrediente principal al aceite de oliva, producto con el que se pueden aderezar diversas ensaladas u otro tipo de platos. En medio de esta dieta también están presentes todos los cereales integrales al igual que las semillas.

Los pescados son alimentos cargados en grasas saludables, sobre todo los azules, lo ideal es que todo paciente los incluya en su dieta y los consuma como mínimo dos veces por semana. Uno de los pescados que más se destacan es la trucha, incluso algunas entidades especialistas en temas de nutrición catalogan este pescado como un superalimento.

Según la Fundación Española de la Nutrición (FEN), tiene un “sabor suave y es bajo en grasa (3 %), además cuenta con una buena fuente de ácidos grasos omega-3 y considerable cantidad de proteínas con elevado valor biológico”.

Las proteínas con cruciales para la buena salud del cerbero, pero es pertinente hacer una buena elección de las más adecuadas. | Foto: Getty Images

“Al comparar la trucha de río con la trucha marina o reo, desde el punto de vista de la composición nutricional, encontramos que el contenido calórico de una ración media de la primera está casi tres veces por debajo de la segunda, lo que la hace mucho más adecuada para el consumo en caso de dietas hipocalóricas”, añadió la FEN.

El consumo de trucha puede mejorar las condiciones de los músculos y los huesos, ya que los fortalece esto gracias a que es pescado rico en selenio, fósforo, potasio o magnesio y vitaminas del grupo B. Este alimento es ideal para las mujeres en estadio de gestación al contener niveles elevados de vitamina B12.

Además de los beneficios mencionados anteriormente, el consumo de trucha también puede generar grandes beneficios para la salud del cerebro, esto se debe a que este pescado cuenta con dosis altas de zinc, fósforo, vitamina A y ácido fólico, por ende, comerlo de manera habitual mejora la capacidad de aprendizaje y la memoria.

Los alimentos cargados de azúcar son uno de los productos más dañinos para la salud y el buen funcionamiento del cerebro, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).

La alimentación es crucial para que el cerbero pueda funcionar de amnera adecuada. | Foto: Getty Images / Mohammed Haneefa Nizamudeen

“Los niveles altos de azúcar en la sangre, con el tiempo, van dañando los vasos sanguíneos del cerebro que llevan sangre rica en oxígeno. Cuando el cerebro recibe muy poca sangre, las células del cerebro pueden morir. Esto se llama atrofia cerebral y puede causar problemas con la memoria y el pensamiento y, al final, causar demencia vascular”, aseguran los CDC.

Es pertinente mencionar que la glucosa es crucial para el buen funcionamiento del cerebro, ya que, de ella, dicho órgano obtiene la energía para funcionar de manera óptima; sin embargo, para adquirir dicha energía es pertinente hacerlo de alimentos reales tales como las frutas, las verduras, alimentos como la avena, las nueces, las almendras, entre otros.

Nutrientes para el cerebro | Foto: David Malan| Getty Images