Con el paso de los años se evidencian leves cambios en la memoria que suelen ser normales, sin embargo, cuando estos se vuelven latentes pueden aparecer afecciones degenerativas como el Alzheimer, un padecimiento progresivo que afecta directamente la capacidad de recordar y, a medida que pasa el tiempo, puede dificultar las tareas que años atrás eran ‘sencillas’.

Según Mayo Clinic, solamente en Estados Unidos, el Alzheimer ataca a 5,8 millones de adultos mayores de 65 años. De ese porcentaje, la mayoría supera los 75 años y, en el balance global, se calcula que entre el 60 % y el 70 % de personas diagnosticadas con demencia, tienen esa condición.

Las etapas del Alzheimer

La primera fase se denomina Alzheimer leve en la que, de acuerdo con La Verdad Noticias, la persona aún está en la capacidad de desarrollar la mayoría de sus actividades sin recurrir a la dependencia de un tercero. Es decir, puede involucrarse en conversaciones, ir a trabajar y hasta conducir un vehículo.

El panorama se torna más complejo cuando se pasa a la siguiente etapa, considerada como “intermedia”. En este punto, el olvido de las cosas empieza a ser más notorio y su duración suele ser de mayor prolongación con la confusión de personas y dificultad para recordar datos personales como números de teléfono, fechas, localizaciones y puede percibirse a veces con cambios en la personalidad.

La primera fase se denomina Alzheimer leve | Foto: GettyImages

El Alzheimer grave constituye el ciclo final y se distingue por una dependencia casi total a otra persona para desempeñar acciones cotidianas y hasta a la hora de mantener control sobre los propios movimientos. La Verdad Noticias recoge que el momento para dialogar es complejo (por las limitaciones en el lenguaje), aunque no imposible.

Así las cosas, para mitigar este problema de salud es fundamental tener buenos hábitos de vida que ayuden a prevenir este tipo de patologías. De hecho, el portal web Medical News Today destaca las propiedades de algunas infusiones naturales que tiene propiedades antibacterianas y antiinflamatorias. Una muy destacada es el té de cúrcuma, que según varios estudios contiene curcumina, un componente que ayuda a reducir el riesgo de varias afecciones neurodegenerativas.

Frente a esto, los expertos creen que sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias reducen el daño celular, la inflamación y los depósitos amiloides, o placas, que aparecen con estas afecciones. Adicional a ello, la curcumina también puede ser capaz de ralentizar o prevenir algunos de los cambios proteicos asociados con la edad que los científicos relacionan con la neurodegeneración.

La cúrcuma es muy fácil de conseguir y por lo general la venden en tiendas naturistas. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Otro beneficio a destacar de esta infusión es que ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares. Con respecto a esto, varios estudios han demostrado que la curcumina tiene propiedades beneficiosas para la salud del corazón, ya que actúa como antioxidante y antiinflamatorio.

“La investigación ha demostrado que la curcumina puede ayudar a adelgazar la sangre, reducir el colesterol y prevenir el estrechamiento de las arterias. Esto puede ofrecer una capa protectora contra diferentes problemas cardiovasculares. Además, puede ayudar a reducir los efectos secundarios de diferentes tipos de daño cardíaco”, indica el portal en mención.

¿Cómo preparar el té de cúrcuma?

En específico, las preparaciones de cúrcuma fermentada, que se venden comúnmente como productos de té, afirman tener mayores concentraciones de curcumina biológicamente disponible o absorbible. Por esto, a continuación, se muestra cómo preparar 1 taza de té de cúrcuma:

El consumo de cúrcuma puede traer grandes beneficios para el cuerpo humano. | Foto: &#169 Lew Robertson

Ingredientes

  • 1 taza de agua o leche
  • 1 cucharadita de cúrcuma
  • 1 cucharadita de canela
  • 1 cucharada de miel
  • 1/2 cucharadita de pimienta negra

Preparación:

  • En primer lugar, se debe hervir el agua o la leche.
  • Sumergir durante 10 a 15 minutos.
  • Finalmente, colar el té en un recipiente y dejar que se enfríe antes de beberlo.