Las infusiones naturales se caracterizan por aportar varios beneficios a la salud, ya que sus ingredientes naturales tienen propiedades antioxidantes, antifúngicas, antidepresivas y cardioprotectoras, entre otras.
De hecho, el portal Terra reveló que el té de clavo con jengibre y canela baja los triglicéridos y disminuye la presión arterial porque sus componentes “relajará los vasos sanguíneos”.
Es más, respecto a las propiedades individuales de los ingredientes del té, el portal portugués de salud, nutrición y bienestar, Tua Saúde, explicó.
- Clavos de olor: “algunos estudios realizados con clavo de olor demostraron que el aceite esencial posee un efecto hipotensor, promoviendo la relajación de los músculos y la dilatación de los vasos sanguíneos, reduciendo la presión arterial”.
- Canela: “su propiedad antiinflamatoria ayuda a disminuir el colesterol total y LDL “malo”, los triglicéridos, y la presión arterial baja”.
- Jengibre: “posee propiedades relajantes, antiinflamatorias, antioxidantes, vasodilatadoras y anticoagulantes, las cuales mejoran la elasticidad y la relajación de las arterias, lo que facilita la circulación y ayuda a equilibrar la presión alta”.
- Miel: “trae beneficios para la salud cardíaca, ya que es capaz de aumentar el flujo sanguíneo y reducir la formación de coágulos”.
Así las cosas, para preparar la bebida se debe hervir medio litro de agua, y agregar una cucharada de clavos de olor, una rama de canela, dos rodajas de jengibre y una cucharadita de miel para después, colar y beber.
Ahora bien, para que el té tenga mayor efecto y los triglicéridos bajen y disminuya la presión arterial se deben seguir otras recomendaciones, como, por ejemplo:
1. Hacer ejercicio con regularidad. Intentar realizar al menos 30 minutos de actividad física la mayoría o todos los días de la semana y entre las actividades físicas más comunes se destacan caminar, montar en bicicleta y correr, y todas ellas se pueden realizar con cualquier nivel de capacidad y para disfrute de todos.
2. Tener una dieta saludable. Esta debe incluir al menos 400 g (o sea, cinco porciones) de frutas y hortalizas al día, menos del 10 % de la ingesta calórica total de azúcares libres, menos del 30 % de la ingesta calórica diaria procedente de grasas y menos de cinco gramos de sal (aproximadamente una cucharadita) al día y la sal debería ser yodada.
3. Limitar el alcohol: el consumo moderado de alcohol en adultos sanos generalmente significa hasta una copa al día para las mujeres y hasta dos copas al día para los hombres.
4. Dejar de fumar:
- A los 20 minutos de haber dejado de fumar, la presión arterial y la frecuencia cardíaca se recuperan del pico inducido por el cigarrillo.
- A los tres meses de haber dejado de fumar, la circulación sanguínea y la función pulmonar comienzan a mejorar.
- Dentro de un año de haber dejado de fumar, el riesgo de padecer una enfermedad cardíaca es la mitad que el de un fumador.
5. Intentar mantener un peso saludable. En general, para mantener un peso saludable se debe quemar la misma cantidad de calorías que las que se consumen y beben.
6. Dormir bien por la noche. Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, señaló que la cantidad de sueño que se necesita depende de varios factores, especialmente de la edad y por eso, las pautas generales son:
- Bebés de 4 a 12 meses: De 12 a 16 horas por cada 24 horas, incluidas las siestas.
- De 1 a 2 años: De 11 a 14 horas por cada 24 horas, incluidas las siestas.
- De 3 a 5 años: De 10 a 13 horas por cada 24 horas, incluidas las siestas.
- De 6 a 12 años: De 9 a 12 horas por cada 24 horas.
- De 13 a 18 años: De 8 a 10 horas por cada 24 horas.
- Adultos: 7 horas por noche o más.
De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y por ello, lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.