La diabetes es una enfermedad crónica y metabólica que afecta a miles de personas a nivel mundial. Es una de las principales causas de muerte del planeta. Aparece por tener los niveles altos del azúcar o glucosa en la sangre. A medida que pasa el tiempo, daña el corazón, los vasos sanguíneos, el hígado y los riñones.
Se clasifica en tres clases; la diabetes tipo 1, la diabetes tipo 2 (la más común) y la diabetes de tipo gestacional. Sus principales signos o síntomas son la debilidad o fatiga, el aumento de la sed, la micción frecuente, la pérdida de peso sin razón alguna, los problemas de visión, las heridas que tardan en sanar y el hormigueo en las manos y en los pies.
Por su parte, el corazón “es un órgano del tamaño aproximado de un puño. Está compuesto de tejido muscular y bombea sangre a todo el cuerpo. La sangre se transporta a todo el cuerpo a través de los vasos sanguíneos, unos tubos llamados arterias y venas. El proceso de transportar la sangre en todo el cuerpo se llama circulación. Juntos, el corazón y los vasos sanguíneos componen el aparato cardiovascular”, explican los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
“El corazón tiene cuatro cavidades (dos aurículas y dos ventrículos). Hay un tabique (septo) entre las dos aurículas y otro entre los dos ventrículos. Las arterias y las venas entran y salen del corazón. Las arterias llevan la sangre hacia afuera del corazón y las venas la llevan hacia adentro. El flujo de sangre a través de los vasos y las cavidades del corazón es controlado por válvulas”, agrega la entidad.
En cuanto al cáncer, esta es una enfermedad que surge por el crecimiento y multiplicación sin control de algunas células dañadas (cancerosas). No tiene cura. La quimioterapia y la radioterapia son los principales tratamientos para combatirla. También es una de las principales causas de muerte a nivel mundial.
Si se detecta a tiempo, el porcentaje de la esperanza de vida es alto. Los tipos de cáncer más comunes son el de seno, el de colon, el de estómago, el de próstata, el de hígado, el de riñón, el de hueso, el de cerebro, el de vejiga, el de esófago, el de páncreas, el de cuello uterino y el de piel.
Existe una especia en particular que tiene la capacidad de combatir la diabetes, proteger el corazón y prevenir una enfermedad como el cáncer. Se trata de la canela, la cual es muy consumida a nivel mundial. Tiene su origen en Sri Lanka.
“Algunas investigaciones indican que la canela puede ayudar a mejorar el funcionamiento y aumentar los niveles de insulina, una hormona que se encarga de regular el azúcar en la sangre, siendo beneficioso para las personas que poseen prediabetes y diabetes tipo 2″, indica el portal Tua Saúde.
E incluye que “los componentes activos de la canela, cinamaldehído y ácido cinámico, son cardioprotectores debido a su propiedad antiinflamatoria y a su capacidad de producir óxido nítrico, un compuesto que hace que las arterías se relajen y la sangre fluya más fácilmente. Además, también ayudan a inhibir los canales de calcio, que en conjunto con el óxido nítrico, contribuyen para mantener la presión arterial baja”.
Asimismo, diversos estudios han evidenciado que los compuestos antioxidantes de una especia como la canela ayudan a combatir los daños celulares de los radicales libres, lo cual favorece la prevención de diferentes tipos de cáncer. Además, esto también retrasa el envejecimiento.