Aparte de ser muy deliciosas, las fresas le brindan al organismo múltiples beneficios por su aporte en materia de nutrientes. En primer lugar, son una fuente ideal de antioxidantes, tales como la vitamina C, puesto que ayudan a proteger al organismo de enfermedades crónicas y radicales libres.
Además, otro privilegio radica en que los flavonoides presentes allí, además de las antocianinas, conducen a que el riesgo de enfermedades cardiacas se reduzca de forma considerable, mejorando la salud en dicho aspecto y mermando la presión arterial, así como el tener un equilibrio ideal en el famoso “colesterol bueno”.
Las fresas son más que efectivas para una correcta digestión, actuando como un agente de prevención contra el estreñimiento y regulando el flujo intestinal. Otros beneficios, tales como el control de azúcar en la sangre, la mejora sustancial en el actuar cognitivo, la producción de colágeno, el fortalecimiento del sistema inmunológico y su riqueza en nutrientes, hacen que sea una opción más que espléndida para incluirla en la alimentación diaria.
Ahora bien, expertos indican que el consumo de fresas en un momento específico del día, indudablemente, contribuyen a que sea de mayor aporte para el cuerpo humano, pues su aporte nutricional ayuda a que se mantenga “lejos de componentes dañinos como las sales, las grasas o los azúcares refinados”, tal como indica el portal SuMédico.
¿Cuál es la mejor hora del día para comer fresas?
Según da a entender la fuente citada, recomiendan principalmente la ingesta de fresas y demás frutos rojos en la mañana, exactamente en la hora del desayuno.
Esto se presenta por “tener grandes beneficios a la salud de quienes lo consumen”, hecho contundente para que se incluya la fresa en la dieta alimenticia, al menos dentro de la primera comida del día. Su cuota de fibra, así como los antioxidantes y vitaminas previamente mencionados, además de minerales como el magnesio, calcio, fósforo y potasio, son suficientes argumentos para su consumo.
Todos estos nutrientes conducen a que el cuerpo reciba la mejor energía para cumplir con las obligaciones diarias, además de que aumenta las probabilidades de que “una persona se sienta más satisfecha por más tiempo, lo que podría evitar posibles atracones durante el día”, de acuerdo con el portal, que hace referencia a la sensación de saciedad.
Sin embargo, es prudente anotar que se debe tener precaución con cualquier alergia hacia los frutos rojos, pues se trata de una dificultad más que común entre las personas, especialmente los niños pequeños.
Se trata de prestar atención a cualquier efecto, por mínimo que sea, que altere el comportamiento de la persona que ingiere las fresas. “Es común que las personas que son alérgicas al polen de abedul o las manzanas, también lo sean a las fresas”, indica la fuente citada.
¿Cuáles son los efectos de la fresa en el cáncer y la glucosa en la sangre?
La alimentación es factor más que clave para prevenir el cáncer y mantener controlados los niveles de la glucosa en la sangre. Precisamente, una fruta como la fresa, tan consumida en Colombia y en diferentes partes del mundo, ayuda a prevenir el cáncer y además, regula el azúcar.
“Esta fruta contiene una multitud de fitoquímicos bioactivos, como los polifenoles, lignanos y triterpenoides, que tienen propiedades anticancerígenas, ya que, actúan contra los daños resultantes del estrés oxidativo y la inflamación, además de ayudar a controlar el crecimiento y desarrollo de células cancerosas”, reseña el portal portugués Tua Saúde.
A su vez, incluye que “las fresas tienen buenas cantidades de fibras solubles y polifenoles que influyen en la digestión de los carbohidratos, ya que, parecen ralentizar la absorción de la glucosa en el organismo, ayudando a controlar el azúcar en sangre cuando se ingiere junto a otros alimentos ricos en carbohidratos, siendo útil en personas que tienen prediabetes o diabetes”.