Con el paso de los años y la llegada del envejecimiento, es usual que el cuerpo humano se vaya deteriorando, a causa de la falta de producción por parte del organismo de algunas sustancias y elementos que son claves en su mantenimiento, como lo puede ser el colágeno, una proteína de la cual a veces se desconoce sus funciones, pero que es ideal para la regeneración del cartílago en la articulaciones.
En primera instancia, el colágeno suele ser usualmente relacionado con el cuidado de la piel, y a que esta mantenga un aspecto juvenil. Sin embargo, el colágeno también cumple con otras funciones de gran importancia en el cuidado de las articulaciones y de la forma en que estas se desempeñan en el día a día, ya sea en cuanto a su composición o también movimiento, a través de un tejido elástico que se encarga de unir estas estructuras óseas, llamado cartílago.
Por su parte, el cartílago es un tejido fuerte y flexible que reviste las articulaciones y da estructura a la nariz, los oídos, la laringe y otras partes del cuerpo como las rodillas, según el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos.
La ingesta de una alimentación adecuada en la que no falten ciertas vitaminas es clave, pues algunas de ellas son determinantes no solo para la formación de colágeno, sino para su fijación en las articulaciones. La rodilla es precisamente una de esas articulaciones susceptibles a perder colágeno, lo que se ve reflejado en afecciones en el cartílago.
Para ayudar a formar colágeno y evitar que el cartílago de la rodilla y otras articulaciones se deteriore es importante consumir vitamina C, un antioxidante que el cuerpo requiere para el crecimiento y reparación de tejidos en todas sus partes, según Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Este nutriente es especial para formar el colágeno que, de acuerdo con la citada fuente, se utiliza para producir la piel, los tendones, los ligamentos y los vasos sanguíneos. La vitamina C es determinante para reparar y mantener el cartílago, los huesos y los dientes, a la vez que ayuda a la absorción del hierro.
“La vitamina C es un nutriente con un gran poder antioxidante que mejora las defensas de nuestro organismo y favorece la producción de colágeno. Gracias a ello, mejora tanto la circulación de la sangre como la actividad de los vasos sanguíneos, lo cual acelera el proceso de curación de las lesiones y también acelera la regeneración del tejido fibroso del cartílago”, afirma la plataforma digital UnCOMO, publicada a través de Mundo Deportivo.
Se puede encontrar en alimentos como la naranja, la piña, la fresa, la mandarina, el tomate, el kiwi, el melocotón, la cebolla, el ajo, la lechuga, las coles, los pimientos, entre otras cosas más.
Por otra parte, la Biblioteca Nacional de Medicina señala esta serie de consejos para controlar el dolor de rodilla:
- Descansar y evitar movimientos bruscos.
- Aplicar hielo cada hora durante 15 minutos, por lo menos 4 veces al día.
- Tratar de mantener la rodilla levantada, con ello se reducirá la hinchazón.
- Dormir con una almohada debajo de la rodilla.
¿Qué hacer para no perder esta proteína?
El portal Saber Vivir indica que dormir bien y tener sueño reparador es bueno para proteger el colágeno. “La hormona relacionada con el sueño, la melatonina, tiene poder antioxidante y antiinflamatorio, lo que ayuda a reducir los signos de la edad”, precisa la citada fuente.
Asimismo, el ejercicio moderado y una buena alimentación son clave en un proceso antienvejecimiento, pues además de cuidar la piel, es una fórmula saludable que ayuda a fortalecer el sistema óseo y muscular, así como la salud general del organismo.