Los gases se forman normalmente en los intestinos o en el colon, como producto de la digestión y fermentación de los alimentos que el organismo no ha logrado digerir por las bacterias allí alojadas. En ocasiones, lo anterior genera la producción de gases estomacales, los cuales se forman normalmente en los intestinos a medida que el cuerpo digiere los alimentos y estos son el aire que salen a través del recto, que también se denominan flatos o flatulencia, o mediante los eructos, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Al momento de elegir qué alimentos comer, la intensidad y cantidad de estos dependerá considerablemente, sea para bien o mal. Asimismo, los productos mejoran o empeoran los síntomas de patologías y trastornos, tales como el colon irritable o la gastritis.
Sin embargo, esto no es indicio de una enfermedad grave, pero es recomendable asistir al médico si la persona tiene gases y otros síntomas, como dolor estomacal o rectal, acidez gástrica, náuseas, vómitos, diarrea, estreñimiento, fiebre o pérdida de peso o si tiene heces fétidas y aceitosas o heces con sangre.
Para mejorar la digestión y evitar los gases, existen alimentos que contribuyen a eso y serán beneficios para el organismo, así como hay otros que los causan como los frijoles, guisantes, lentejas, repollo, cebollas, brócoli, coliflor, alimentos integrales, hongos, ciertas frutas y cerveza y otras bebidas con gas.
No obstante, pese a que el brócoli puede ser uno de los principales causante de este problema, lo cierto es que cuando su cocción es acompañada de ciertas plantas o hierbas aromáticas, ayuda a reducir los gases y hace que se vuelva más digestiva. Entre las que destacan se encuentran el anís, hinojo, comino o cilantro, según el blog La Zarola.
Por su parte, el brócoli es un alimento con grandes propiedades y que aporta al organismo vitaminas C, B1, B2, B3, B6, además de elementos esenciales como el calcio, potasio, selenio, fósforo, magnesio y hierro; sin embargo, muchas personas prefieren evitarlo en la cocina al no saber cómo se prepara de la manera correcta.
Los especialistas aseguran que esta hortaliza es muy buena a la hora de intentar contener algunos tipos de cáncer, así como para ayudar al sistema cardiovascular y contribuir con sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, por lo que no sobre como ingrediente en cualquier plato que se quiera llevar a la mesa.
Otra de las características importantes del vegetal es que alberga entre sus componentes importantes propiedades antioxidantes que benefician al organismo, eliminando radicales libres y el conocido ácido úrico.
Además, evita el estreñimiento y ayuda a las personas con afecciones cardíacas. Según expertos, el brócoli ayuda a prevenir accidentes cardiovasculares, gracias a su alto contenido en vitamina K y sulforafano, compuesto que protege a las arterias de los bloques que pueden ocasionar ataques cardíacos.
Diferentes estudios han evidenciado que el brócoli es efectivo a la hora de reducir el colesterol malo, incluso en un 5 o 6 %. Según Diego A. Moreno, investigador del CEBAS-CSIC, el brócoli también favorece con la aportación de selenio, glucosinolatos, flavonoides y otro tipo de nutrientes, concentrando grandes cantidades de antioxidantes que ayudan en la eliminación de toxinas del organismo.
De todos modos, al igual que con cualquier alimento que se quiera incluir en la dieta diaria, es importante consultar al médico tratante o a un nutricionista sobre cuál es la mejor manera de consumir, y si las condiciones médicas ya existentes no son un impedimento para beneficiarse de todas las propiedades de los alimentos ya nombrados, pues la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.