El cortisol es una de las hormonas más importantes que se encarga de producir el organismo. Tiene un impacto en todos los órganos y tejidos del cuerpo. Una de sus principales funciones es la de darle respuesta inmediata a los fuertes episodios de estrés. Además, también ayuda a regular el azúcar o glucosa en la sangre.
Este último ítem es de vital importancia para evitar el surgimiento de una enfermedad crónica como la diabetes, la cual, con el paso del tiempo, termina dañando el corazón, el hígado, los riñones y los vasos sanguíneos. Si no se trata de una forma adecuada, puede llegar a ser mortal.
Una hormona como el cortisol también tiene la capacidad de controlar el metabolismo, por lo que sus niveles normales son esenciales para mantener un peso adecuado. Asimismo, esta sustancia resulta clave para regular los niveles de la presión arterial. La tensión arterial muy elevada aumenta el riesgo de ocasionar un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular.
“El cortisol es producido por las glándulas suprarrenales, dos glándulas pequeñas que se encuentran encima de los riñones. Una glándula en el cerebro, llamada pituitaria, produce una hormona que indica a sus glándulas suprarrenales cuánto cortisol debe producir. Si sus niveles de cortisol son demasiado altos o demasiado bajos, puede significar que usted tiene un trastorno de las glándulas suprarrenales, un problema con la glándula pituitaria o un tumor que produce cortisol”, explica Medline Plus, Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.
“Niveles altos de cortisol también pueden ocurrir si usted toma grandes cantidades de ciertos medicamentos corticoides por un largo periodo de tiempo, como padnisona. Y niveles bajos pueden ocurrir si deja de tomar el medicamento de forma repentina. Sin tratamiento, los niveles de cortisol que son demasiado altos o demasiado bajos pueden ser algo muy serio”, agrega la entidad.
En sí, el cortisol en niveles muy altos incrementa el riesgo de padecer ansiedad o depresión crónica. Además, produce retención de grasa y de líquidos en el abdomen y en otras zonas del cuerpo. Es de resaltar también que la enfermedad de Addison es una de las afecciones que surge por la no producción de cortisol.
Existen muchas alternativas para bajar los niveles altos de cortisol. Una de las mejores es a través de la alimentación. Precisamente, existen algunos elementos de origen vegetal y animal que ayudan a cumplir este objetivo. Esto se debe, en gran medida, a que son ricos en potasio.
“El consumo de alimentos ricos en proteínas y potasio, como huevos, leche y derivados, pescados, avenas, frutos secos, semillas de chía y de linaza, por ejemplo, pueden ayudar a controlar los niveles de cortisol”, reseña la plataforma digital Tua Saúde.
Además, el sitio web agregó que disminuir los episodios de estrés también ayudan a bajar el cortisol. “Como el cortisol está muy relacionado con las emociones, una excelente forma de regular esta hormona es reduciendo el estrés y la ansiedad, pudiendo definirse la realización de varias sesiones de psicoterapia, así como la práctica de actividades extracurriculares y de ocio”.
El yoga, por ejemplo, es una de las mejores actividades que existen para controlar el estrés y por ende, bajar los niveles altos de cortisol en el organismo. Es de vital importancia que esta se ejecute bajo la supervisión de un especialista en el tema.
Por último, cabe mencionar que los niveles altos de cortisol en el cuerpo se pueden medir por medio de la orina, la sangre y la saliva. Este tipo de análisis se debe realizar en un centro médico certificado.