El envejecimiento es una condición a la que se ve obligado el cuerpo humano con el paso del tiempo, escapar de ella es algo imposible, sin embargo, es posible generar que sus impactos en el organismo se presenten de una manera más ligera, y menos agresiva para el individuo.
Gran parte de las acciones que deben ser tenidas en cuenta para la protección del sistema, requieren una serie de actividades íntegras, entre las que se pueden ver incluidas la alimentación, la realización de ejercicio físico u otros elementos puntuales, los cuales permiten que el cuerpo se vea nutrido y fortalecido.
Con la llegada del envejecimiento, las necesidades de consumo cambian para el ser humano, el cual a través de su cuerpo empieza a notar ciertos elementos que deben ser aportados para el organismo, tras el déficit de ciertas sustancias o compuestos en el sistema, como lo puede ser el colágeno, un elemento clave para el cuidado de las articulaciones, y de la piel.
Es por esto que con el paso de los años, se suelen empezar a recomendar una serie de alimentos concretos, mientras que, por otro lado, algunos empiezan a ser desplazados, y eliminados de la dieta, para evitar un efecto degenerativo mayor para el organismo.
Según reseña el portal Banner Health, entre los 20 y los 30 años, se recomienda en consumo de alimentos que permitan una buena cantidad de ácido fólico, hierro y vitamina B-12 en el cuerpo humano, sin embargo, estos pueden variar de acuerdo con ciertas afectaciones o etapas que se pueden presentar durante el avance de la vida.
Por ejemplo, en caso de encontrarse en condición de embarazo o lactancia, es importante tomar una vitamina prenatal con ácido fólico y hierro, incluso desde antes de entrar en embarazo, el cual debe ser continuado hasta poder terminar de amamantar. Esta clase de suplementos, permiten que, a través de la alimentación, se aporte oxígeno al bebé de una manera acorde.
En caso de tener la regla, se requiere una cantidad importante de hierro para que el cuerpo pueda reponer energía y realizar adecuadamente las actividades metabólicas, ya que los periodos menstruales pueden generar grandes pérdidas de este mineral.
Por otro lado, si durante esta etapa de su vida, decide aplicar una dieta vegana o vegetariana, es importante tener un consumo adicional de vitamina B-12, para el cuerpo humano, debido al déficit que se puede presentar en el cuerpo por la falta del consumo de carnes.
Una vez llegado a los 40 años, la vitamina D y el calcio deben formar una parte clave del consumo, los bajos niveles de estos pueden acabar generando varias enfermedades, como por ejemplo el cáncer, u otras enfermedades como la diabetes y la obesidad, afectaciones a las que se es cada vez más vulnerable a medida que avanza la edad.
En el caso puntual del calcio, esta ingesta es clave para el cuidado de las estructuras óseas, evitando así algunas enfermedades degenerativas, como la osteoporosis.
De la misma manera, es recomendado el consumo de omega-3, de manera más concreta, del pescado, una carne que es rica en este compuesto, ya que este puede ayudar a combatir las enfermedades cardíacas y a mantener las articulaciones sanas y fortalecidas.
Es importante tener en cuenta los impactos de ciertos consumos en el cuerpo humano, con el objetivo de así poder cuidar el bienestar del organismo en general. Es por esto que se hace clave generar conciencia frente a las necesidades del cuerpo humano, y la forma adecuada de poder saciar estos elementos.