Las enfermedades cardiovasculares (ECV) son padecimientos que afectan la salud del corazón y de los vasos sanguíneos e impactan a millones de personas en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Una de las razones más frecuentes detrás de estas afecciones está relacionada con las aterosclerosis, enfermedad que se presenta cuando lípidos como el colesterol se acumulan en las paredes de las arterias, formando placas que con el tiempo las estrechan, generando complicaciones de circulación sanguínea.
“Si una arteria resulta obstruida esto puede llevar a que se presente un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular”, precisa MedlinePlus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
En este sentido el portal Salud Mapfre, de España, asegura que la alimentación es, junto la actividad física regular, la fórmula clave para evitar el desarrollo de este tipo de afecciones. La dieta tiene una relación directa en la aterosclerosis y ejerce influencia sobre otros factores de riesgo cardiovascular como la hipertensión, la obesidad o la diabetes.
Por esta razón, la alimentación es determinante y en ella se deben incluir alimentos tales como los siguientes si de tener una salud cardíaca óptima se trata.
1. Nueces
Este es un alimento clave para prevenir y cuidar problemas cardiovasculares gracias a sus altos niveles de ácidos grasos Omega-3, que protegen el corazón. El instituto de investigación Mayo Clinic asegura que el consumo regular de este y otros frutos secos ayuda a mejorar la salud de las arterias, disminuir la inflamación relacionada con enfermedades cardíacas, minimizar el riesgo de coágulos sanguíneos y a reducir el riesgo de tener presión arterial alta y niveles elevados de colesterol no saludable.
2. Brócoli
La Fundación Española del Corazón (FEC) asegura que este alimento contiene ácido fólico, zinc, hierro, calcio, vitamina K y antioxidantes, que ayudan a proteger no solo los vasos sanguíneos, sino el corazón. Este vegetal ayuda a reducir el riesgo de accidentes vasculares.
3. Fresas
Estas frutas contienen flavonoides, que contribuyen a dilatar las arterias. Según la FEC, tanto las fresas como los arándanos ofrecen un bajo aporte calórico y son una importante fuentes de vitamina C, así como de minerales (hierro, yodo, calcio, fósforo, magnesio y potasio). De igual forma, contienen antocianinas y carotenoides, pigmentos que les dan su color característico y que, además, tienen efecto antioxidante.
La citada fuente asegura que hay estudios que apuntan a que las antocianinas ayudan a proteger el endotelio (la capa interior de los vasos sanguíneos) y a controlar la tensión arterial. Otra investigación de la Escuela de Salud Pública de Harvard, publicada en The American Journal of Clinical Nutrition, encontró que un alto consumo de estos compuesto puede reducir riesgo de infarto agudo de miocardio (IAM) en mujeres predominantemente jóvenes.
4. Té verde
Una o dos tazas al día de esta bebida contribuyen a prevenir enfermedades cardiovasculares, ya que ayudan a disminuir los niveles altos de grasa en la sangre.
5. Aceite de oliva
La Fundación Española del Corazón reconoce que la ingesta diaria de aceite de oliva ayuda a proteger la salud cardiovascular gracias a su composición en ácidos grasos y por sus antioxidantes. Se dice que este alimento es hipocolesterolémico; es decir, que reduce la absorción intestinal del colesterol que contienen los alimentos y, dado el alto contenido de polifenoles, aporta en la limpieza de la sangre y los vasos sanguíneos, mejorando la circulación y evitando problemas del corazón.
“Los polifenoles son sustancias conocidas por su poder antiinflamatorio y antitrombótico que ejercen un efecto cardioprotector ante la arterioesclerosis, un proceso de estrechamiento y endurecimiento de las arterias debido a la perdida natural de elasticidad asociada al envejecimiento”, precisa la FEC.
6. Legumbres
Estos productos son ricos en proteína, bajos en grasas y no contienen colesterol, lo que los convierte en buenos sustitutos de la carne. Los fríjoles secos, lentejas y guisantes son los tipos más conocidos y consumidos de estos alimentos. Son ingredientes esenciales de la dieta mediterránea. El portal Cuerpo Mente indica que estos alimentos tienen uno de los perfiles nutricionales más equilibrados, pues aportan tanto hidratos de carbono de absorción lenta (los más recomendables), así como fibra, que son saludables para el corazón.