La indigestión suele ser una reacción bastante molesta que perjudica a las personas después de consumir una cantidad excesiva de alimentos. Como consecuencia de ello, se puede sentir calor, ardor o dolor en la zona entre el ombligo y en la parte inferior del esternón, junto con una sensación de llenura que es molesta e inicia poco después de comenzar o al terminar de comer.
De acuerdo con Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, en la mayoría de los casos, la indigestión no es una señal de problema de salud grave, a menos que se presente junto a otros síntomas. Estos pueden incluir:
Del mismo modo, la doctora Dolores Sánchez Manzano, especialista en medicina interna del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, explico al portal especializado Cuídate Plus que una mala digestión puede deberse a muy diversas enfermedades, desde las del tubo digestivo hasta las de la vía biliar y del páncreas.
A su vez, Manzano coincide en que las malas digestiones frecuentemente esconden problemas de intolerancias digestivas, “la mayoría condicionadas por un trastorno de motilidad que hacen que el bolo alimenticio se presente al colon y a su flora bacteriana con mala preparación, de forma que la fermentación condiciona la aparición de gas. Esta sensación de meteorismo (gases o flatulencias) es lo que condiciona la sintomatología que sienten los pacientes con maladigestión o malfuncionamiento de vaciamiento”.
Para mitigar este problema de salud, es importante consumir una dieta saludable rica en alimentos vitamínicos como la mandarina, un fruto rico en vitamina C que previene afecciones como el estreñimiento, que es la causa principal de las malas digestiones. El portal web Cocina Vital destaca también que la mandarina tiene muchos antioxidantes que combaten los radicales libres y su consumo regular mejora el tono de la piel y le da una apariencia más joven y saludable. A su vez, ayuda a protegerla de los daños causados por el sol y facilita la cicatrización de heridas.
Otro beneficio que otorga este alimento para la salud es que ayuda a reforzar el sistema inmunológico. Al contener una gran cantidad de ácido fólico, se requiere para el buen desarrollo del bebé cuando se está en estado de embarazo y también, su consumo puede ayudar a prevenir malformaciones. Además, gracias al gran aporte de vitamina C, favorece la absorción de hierro en la sangre, lo cual previene afecciones como la anemia.
Otros beneficios de la mandarina
- Favorece el crecimiento del cabello: gracias a la gran cantidad de vitaminas E y B12 que aportan las mandarinas, pueden ayudar a tener un cabello más largo y saludable. Además, la vitamina B12 retrasar la aparición de canas.
- Reduce el riesgo de padecer cáncer: varias investigaciones de la Universidad de Kioto señalan que consumir jugo de mandarina diariamente puede ayudar a prevenir el cáncer de hígado, gracias a la presencia de carotenoides.
- Ayuda a reducir el colesterol malo: al contener fibra soluble, como la pectina, esta ayuda a combatir el colesterol malo; así como antioxidantes y flavones que ayudan a metabolizar triglicéridos y grasas; por lo cual permite reducir los altos niveles de colesterol malo en la sangre.
- Ayuda a mantener el organismo saciado: “la mandarina está constituida en su mayor parte de agua, poca azúcar y mucha fibra dietética, lo que favorece una mejor digestión, ayuda a brindar saciedad -por lo que es menos probable que comamos en exceso y bajemos de peso- y puede ayudar a mantener un mejor control de los niveles de glucosa en personas con diabetes”, indica el portal web Cocina Vital de México.