Las venas várices o arañitas son hinchadas, tortuosas y a veces dolorosas que se llenan de sangre, siendo una alerta de que no drena de manera normal, de acuerdo con Medlineplus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos. No obstante, más allá de la cuestión estética, pueden estar vinculadas a un aviso sobre un problema de salud, como la Insuficiencia venosa crónica (IVC).

La patología en la mayoría de los casos aparecen en las piernas y frecuentemente sobresalen; además, suelen tener un color azul, rojizo o morado que se nota a simple vista sobre la piel, afectando tanto a hombres como a mujeres. Los médicos advierten que si el flujo sanguíneo a través de las venas empeora, las varices pueden producir dolor, hinchazón, coágulos de sangre y úlceras, según el sitio mejorconsalud.as.

Según el portal el Clarín existen diferentes grados de várices; sin embargo, dependen del desarrollo de su color e intensidad.

Várices grado 1

En este tipo de várices las venas son de color violáceo y pueden llegar a tener forma estrellada. Este tipo de várice produce una sensación de cansancio en las piernas.

Várices grado 2

En este grado, las venas se hacen más visibles y se presentan una serie de síntomas recurrentes en las piernas, en donde destacan los calambres, hormigueos, calor y escozores.

Las venas várices pueden formarse por una mala circulación de la sangre. | Foto: Getty Images

Várices grado 3

En este punto las venas se encuentran más dilatadas, donde se puede apreciar una hinchazón y cambios de coloración en la piel.

Várices grado 4

Este tipo de várices son las más delicadas y suelen aparecer con eczemas o úlceras, las cuales son difíciles de tratar e infectarse con facilidad. En ese sentido, se recomienda consultar con un profesional de la salud y evitar un tratamiento natural.

Las venas varicosas son venas retorcidas y agrandadas. Foto: Getty Images. | Foto: Foto: Getty Images.

Sin embargo, afortunadamente, existe un tratamiento natural para prevenir o evitar las venas varicosas, además de incluir medidas de cuidado personal, medias de compresión y cirugías o procedimientos. Uno de los alimentos, según El Clarín, citando un estudio liderado por la Escuela de Salud Pública T.H. Chan, de la Universidad de Harvard, donde reveló que las nueces son ideales para proteger los vasos sanguíneos, ya que favorecen la circulación.

En este caso, se resalta el papel de las nueces, gracias a la cantidad de omega-3 que estas poseen, por lo que poseen grandes propiedades, especialmente en materia antiinflamatoria, además de distintas vitaminas, de forma concreta del grupo B, lo que aporta efectos vasodilatadores, lo que da paso a una mejor circulación, y por ende también a la eliminación de várices en la piel.

Los frutos secos, grupo al que pertenecen las nueces, son ricos en calcio, un mineral clave para fortalecer los huesos, favorecer el crecimiento y prevenir el desarrollo de enfermedades como la osteoporosis | Foto: Libre de derechos

Otras soluciones a mencionar, es el consumo de jengibre, limón o de cúrcuma, gracias a sus propiedades, además de generar costumbres como, buena postura corporal en la oficina, reducir el uso de tacones o prendas ajustadas, masajes en las piernas, realizar actividad física, o tomar baños de agua fría.

Es importante no subestimar la realización de este tipo de actividades durante el día a día, gracias a los beneficios que pueden brindar a la salud, ni tampoco, la aparición de estas enfermedades o afectaciones directas al funcionamiento del organismo, ya que esto puede acabar generando aspectos degenerativos alrededor de todo el cuerpo humano, poniendo en gran riesgo el desarrollo de la vida en general.

De todos modos, antes de consumir algún alimento, lo primero que hay que hacer, es consultar al médico tratante o a un nutricionista, para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona, ya que las anteriores recomendaciones de ninguna manera sustituye la asesoría médica.

Por último, el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre de Estados Unidos señaló que otros síntomas de las várices incluyen:

  • Dolor en las piernas.
  • Sensación de pesadez en las piernas y los pies.
  • Picazón alrededor de la vena o las venas.
  • Cambios en el color de la piel alrededor de la vena o las venas.
  • Calambres nocturnos en las piernas.