El órgano que ayuda a depurar las toxinas y los desechos del organismo es el hígado, que debe cuidarse en mayor medida porque también cumple otras funciones como segregar un producto llamado bilis, que ayuda a descomponer las grasas y las prepara para su posterior digestión y absorción.

Sin embargo, cuando no se cuida correctamente y se desencadenan malos hábitos alimenticios y de vida, pueden surgir afecciones como el hígado graso, que también se conoce como la esteatosis hepática.

Segun Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, el hígado graso es una afectación en la que la grasa que ingresa al organismo se acumula en el hígado. Como tal, existen dos tipos de hígado graso, uno se denomina enfermedad del hígado graso por alcohol, también llamada esteatosis hepática alcohólica; y el otro enfermedad del hígado graso no alcohólico.

Para tratar este tipo de patologías, los expertos en salud aconsejan bajar de peso, con el fin de reducir la grasa, la inflamación y la fibrosis en el hígado. Adicional a ello, es fundamental consumir ciertas vitaminas que ayudan a restaurar la salud del hígado, pues estos nutrientes son indispensables para que el cuerpo pueda tener mayor energía para que los órganos cumplan sus funciones.

De hecho, el portal web Salud 180 destaca las propiedades de la vitamina E, un nutriente antioxidante que protege el tejido corporal del daño causado por sustancias llamadas radicales libres, que pueden dañar células, tejidos y órganos.

El hígado graso es una afección que puede derivar en complicaciones de salud. | Foto: Getty Images

Del mismo modo, esta vitamina también ayudar a mantener el sistema inmunitario fuerte frente a virus y bacterias; permite la formación de glóbulos rojos y ensancha los vasos sanguíneos para evitar que la sangre se coagule dentro de ellos.

Respecto al hígado graso, el portal web Salud 180 detalla que un estudio de la Facultad de Medicina de la Universidad Case Western Reserve, en Ohio, señaló que los alimentos ricos en vitamina E ayudan a reducir la grasa en el hígado. Entre los alimentos contienen este nutriente están: las espinacas, nueces, aceite de girasol, de oliva y soya.

Del mismo modo, el profesor Ken Sato, quien trabaja en el Departamento de Medicina Interna de la Universidad de Medicina de Aichi, Nagakute, Japón, y su equipo llevaron a cabo un metaanálisis para examinar el efecto beneficioso de la vitamina E en la enfermedad del hígado graso no alcohólico (HGNA), incluida la esteatohepatitis no alcohólica (EHNA).

La vitamina E es un antioxidante. | Foto: Getty Images

El objetivo de dicho estudio era evaluar la eficacia de la vitamina E para mejorar la función hepática. El profesor Sato concluye en su informe que “este metaanálisis indica que el tratamiento con vitamina E mejora los parámetros bioquímicos en suero y la histología hepática en HGNA/EHNA; en los pacientes adultos de EHNA; especialmente, la vitamina E también mejora la fibrosis, la inflamación y el balonamiento hepático”.

Por otra parte, en 2010, Sanyal et ál documentó un ensayo aleatorizado, multicéntrico y doble ciego de 96 semanas para determinar el efecto de la vitamina E y la pioglitazona (una tiazolidinadiona que aumenta la sensibilidad a la insulina) en la histología hepática de pacientes no diabéticos con EHNA (ensayo PIVENS).

Para esto, el grupo del ensayo con vitamina E recibió una dosis diaria de 800 UI /día. Como resultado, mejoraron las características histológicas del hígado en un 43 % de la cohorte, con una reducción de la esteatosis hepática y la inflamación lobular. La pioglitazona solo produjo una mejora en el 34 % de los casos.

El hígado graso es una enfermedad silenciosa a la que se debe prestar atención para evitar complicaciones mayores. | Foto: Getty Images

En conclusión, no se observó ningún beneficio con la combinación de ambos tratamientos. Además, los niveles séricos de alanino y aspartato aminotransferasa disminuyeron en el grupo del estudio con vitamina E. El profesor Sato y su equipo concluyeron entonces que: “La vitamina E mejoró significativamente la función hepática y los cambios histológicos en pacientes con HGNA/EHNA”.