El melocotón es una fruta con grandes propiedades. Es normalmente amarilla con tonalidades rojizas, y está dividida por una hendidura que le da su forma característica.

“Los melocotones contienen una mezcla de ambos tipos de fibra (con predominio de la insoluble), que mejora el tránsito intestinal, evitando el estreñimiento y protege frente al cáncer de colon y la enfermedad cardiovascular”, explica el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de España (Mapa).

Esta fruta también aporta pequeñas cantidades de vitaminas, entre las que destaca la vitamina C (con un melocotón se cubren más del 20 % de las ingestas diarias recomendadas de la vitamina), y proporciones moderadas de carotenoides con actividad provitamínica A como alfacaroteno y betacaroteno.

Melocotón | Foto: Getty Images

El color del melocotón precisamente se debe al betacaroteno, un antioxidante que también da un buen color a la piel, y fortalece uñas, dientes y cabello, según explica el Mapa.

Además de las propiedades mencionadas, el portal especializado Cuerpo Mente explica en su sitio web que esta fruta aporta al cuerpo pocas calorías y que su contenido de potasio “ayuda a eliminar líquidos sobrantes del organismo”, lo que resulta una fruta ideal en dietas de adelgazamiento.

Esta fruta porta una gran variedad de nutrientes al cuerpo. Sin embargo, no se debe consumir en exceso. | Foto: GettyImages

Es posible incluir el melocotón a la alimentación de diferentes preparaciones. Por ejemplo, el medio Mejor con Salud, informó cómo realizar un batido con esta fruta y té verde como un complemento para perder peso.

Para realizarlo se necesita: tres cucharadas de hojas de té verde (30 g), dos melocotones o duraznos mediano (300 g), la cáscara de medio limón (sin la parte interior blanca, 10 g) y un litro de agua.

El melocotón es una fruta con grandes propiedades. Es normalmente amarilla con tonalidades rojizas, y está dividida por una hendidura que le da su forma característica. | Foto: Getty Images

Preparación:

1. Poner a calentar un vaso de agua y antes de que llegue a hervir, añadir el té verde y la cáscara de limón.

2. Bajar el fuego y dejar que infusione durante media hora.

3. Pasado el tiempo, apagar el fuego y dejar reposar el líquido 15 minutos.

4. Lavar los melocotones y cortar en trozos sin quitarles la piel.

5. Licuar los melocotones hasta que se quede solo la pulpa.

Cuidado de la piel

Su contenido de vitamina C es importante en la producción de colágeno. En un estudio publicado por la revista Current Medicinal Chemistry, si se aplica el jugo de esta fruta directamente sobre la piel, esta se mantendrá hidratada. Se aconseja lavar el rostro con agua tibia después de usarlo.

Diabetes

Los compuestos del melocotón tienen la capacidad de regular los niveles de azúcar en la sangre, siendo favorable en pacientes con diagnóstico de diabetes.

“La diabetes es una causa importante de ceguera, insuficiencia renal, infarto de miocardio, accidente cerebrovascular y amputación de los miembros inferiores”, asegura la Organización Mundial para la Salud (OMS)

Cabe aclarar que existen tres tipos de diabetes: cuando el páncreas no produce insulina (tipo I) y/o las células se resisten a esta hormona (tipo II); la gestacional que se desarrolla en algunas mujeres en estado de embarazo: “Este tipo de diabetes aumenta el riesgo de sufrir complicaciones durante el embarazo y el parto”, puntualiza la OMS.

Otros beneficios

Mejora la vista: los betacarotenos que hacen que esta fruta luzca de color amarillo proporcionan vitamina A al cuerpo, un nutriente fundamental en el cuidado de los ojos, ya que produce la pigmentación en la retina.

Ayuda a erradicar la tos crónica y la bronquitis: “El consumo de jugo de melocotón tibio o caliente puede ayudar a combatir los malestares causados por tos crónica y bronquitis. Esto se debería al efecto de los antioxidantes mencionados anteriormente”, explica Mejor con Salud.

Facilita las funciones renales: esta fruta contiene poco potasio, lo que le otorga propiedades diuréticas y laxantes naturales que ayudan a mejorar la función de la vejiga y de los riñones. Aunque no se conocen estudios concretos en este sentido, de acuerdo con la organización National Kidney Foundation, suele recomendarse con este fin.