La ingesta diaria de frutas y verduras debe ser de al menos cinco porciones al día, según recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esta cantidad le permite al cuerpo obtener los nutrientes necesarios para mantenerse saludable y prevenir el desarrollo de enfermedades.
Una de las múltiples opciones que se pueden incluir en la dieta son las uvas, a las cuales se les atribuyen propiedades antioxidantes, anticancerígenas, digestivas, hipolipemiantes, antiinflamatorias y cardioprotectoras, según el portal de salud Tua Saúde.
Precisamente, esas bondades son las que hacen que sean beneficiosas para prevenir el desarrollo de enfermedades como el cáncer y para proteger la salud del corazón. En este sentido, la citada fuente asegura que ayuda a bajar los niveles de colesterol en la sangre, a regular la presión arterial y a prevenir la diabetes, todos factores de riesgo para el mencionado órgano.
Contra el colesterol
Las uvas, especialmente las moradas, son una fuente importante de taninos y las antocianinas, compuestos bioactivos con acción antioxidante que combaten los radicales libres, evitando la oxidación de las células de grasas, disminuyendo los niveles de colesterol ‘malo’ o LDL, y de triglicéridos en la sangre.
Asimismo, las antocianinas incrementan el colesterol bueno, un tipo de grasa que evita la coagulación de sangre y elimina el exceso otros lípidos en el organismo, protegiendo contra enfermedades, como infarto y derrame cerebral, asegura el mencionado sitio web.
Esta fruta, cuando es consumida en su forma natural y con cáscara, posee un índice glucémico bajo, lo que ayuda a controlar los niveles de glucosa en la sangre, contribuyendo para prevenir la resistencia a la insulina y la diabetes.
El portal Cuerpo Mente indica que los estudios demuestran que sus fitoquímicos ayudan al equilibrio glucémico de la sangre, porque estimulan el páncreas y la producción de la mencionada hormona, encargada de controlar los niveles de glucosa en la sangre.
Un aporte más en beneficio del corazón es que contribuye para regular la presión arterial. Esto se debe a que tiene propiedades cardioprotectoras, que mantienen la salud de los vasos sanguíneos, mejoran el relajamiento de las arterias y facilitan la circulación de la sangre, ayudando a prevenir la hipertensión.
Rica en antioxidantes
Cuerpo Mente asegura que la uva es considerada como un potente antioxidante, gracias a sus antocianinas. Por esta razón, ayudan a prevenir el envejecimiento prematuro y a tener unas condiciones saludables en la piel.
En torno a este tema, una publicación de la revista Mejor con Salud asegura que estas frutas son importante fuente de vitaminas C, A, y K, entre otras, siendo la C muy clave porque contribuye a fortalecer las defensas del cuerpo, a aumentar la producción de colágeno y a favorecer la cicatrización de las heridas.
La citada fuente indica que estos alimentos servirían de apoyo a la hora de evitar las arrugas y señales de expresión prematuras gracias a sus antioxidantes. Para obtener estos beneficios lo ideal es consumirlas frescas o secas, pero lo mejor es no deshacerse ni de su cáscara ni de las semillas. “Por otro lado, algunos estudios han demostrado los efectos protectores del resveratrol contra el estrés oxidativo mediado por la radiación ultravioleta”, precisa Mejor con Salud.
Más beneficios
Las uvas son aliadas importantes de los riñones. Esto se debe a que su potasio y los ácidos orgánicos estimulan estos órganos, facilitando su acción diurética y la eliminación de sustancias de desecho, como el ácido úrico, precisa Cuerpo Mente.
Por otro lado, esta fruta contiene luteína y zeaxantina, carotenoides con acción antioxidantes que protegen los ojos contra los rayos ultravioleta del sol y contra la luz de los dispositivos, como el teléfono móvil y los computadores, evitando el riesgo de desarrollar cataratas y degeneración macular, una enfermedad que disminuye la capacidad de la visión en las personas mayores.
Además de eso, la uva contiene resveratrol, un compuesto con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, combatiendo los daños causados por los radicales libres de las células de los ojos, ayudando a prevenir el surgimiento del glaucoma, concluye Tua Saúde.