Un alimento pequeño y de color llamativo, de sabor dulce y agradable, se destaca por su alto contenido de antioxidantes que junto a las vitaminas y minerales que ofrece le brindan al cuerpo múltiples beneficios. Son además recomendadas para perder peso y nivelar los niveles de azúcar en la sangre.
Estudios científicos que revela el portal Medical News Today, revelan que el consumo de la fresa beneficia y protege diferentes áreas del cuerpo como la microbiota, el sistema nervioso, el sistema cardiovascular y el sistema inmune, además de combatir la inflamación y ser una fuente importante de antioxidantes. Según investigaciones de la Universidad de San Diego, el consumo de esta fruta mejora la función cognitiva y reduce la presión arterial, lo que previene las enfermedades cardiovasculares, el alzhéimer y ayuda con la prevención del cáncer.
En general, todas las bayas, incluyendo las de acaí, arándanos, moras y frambuesas, son ricas en antioxidantes y han demostrado reducir la inflamación y proteger áreas específicas del cuerpo, como el microbioma intestinal y el sistema cardiovascular. Investigadores de la universidad mencionada también indican que el consumo de dos porciones de fresas al día generaría un impacto positivo en la salud en general, de hecho el portal La mansión de las ideas, indica que una taza de 200 gramos de fresa tienen 60 calorías, lo que las haría perfectas para una dieta de adelgazamiento.
Las fresas son una fruta con múltiples beneficios para la salud, según Mejor con Salud. En primer lugar, son altamente hidratantes, ya que contienen alrededor del 92% de agua, lo que las convierte en una excelente opción para refrescar el cuerpo y contrarrestar la pérdida de líquidos en días calurosos. Además, son recomendadas para deportistas debido a su contenido de minerales esenciales que favorecen el equilibrio de los electrolitos del cuerpo.
Otro beneficio de las fresas es su capacidad para mejorar el estado de ánimo. Contienen vitamina B1, que combate la irritabilidad y la tristeza, estimulando el sistema nervioso y aumentando la producción de hormonas del bienestar. Estudios experimentales han demostrado que el consumo regular de fresas, junto con otras frutas como arándanos, moras, zarzamoras, cítricos, chocolates y nueces, puede reducir el riesgo de desarrollar depresión y mantener un estado de ánimo estable.
Además de su efecto en el estado de ánimo, las fresas también benefician la salud de la piel. Gracias a su composición nutricional y alto contenido de agua, son aliadas para mantener la piel bonita y saludable, promoviendo la eliminación de toxinas que aceleran el envejecimiento y equilibrando el pH cutáneo. Incluso se pueden utilizar externamente en mascarillas o cremas para exfoliar, blanquear y suavizar la piel.
Otro aspecto relevante es que las fresas son útiles para combatir el estreñimiento debido a su contenido de fibra dietética y agua, que facilita el movimiento intestinal y la expulsión de las heces. También contribuyen a controlar la inflamación abdominal y otros síntomas asociados con una digestión lenta.
Las fresas son valiosas aliadas para disminuir el nivel de inflamación en el organismo gracias a su aporte de vitamina C, minerales esenciales y antioxidantes. Esto beneficia el alivio de dolencias musculares y articulares, y puede ser útil como complemento en el tratamiento de la artritis. La vitamina C también estimula la síntesis de colágeno, asegurando una buena salud muscular.
Además, estas pequeñas frutas contienen flavonoides que optimizan las funciones cerebrales y reducen el riesgo de deterioro cognitivo en adultos mayores, previniendo trastornos neurodegenerativos.
Finalmente, las fresas tienen un efecto alcalinizante en el organismo, lo que facilita la eliminación de sustancias de desecho como el ácido úrico. Esto es beneficioso para combatir la inflamación en las articulaciones y riñones, por lo que se recomienda su consumo en casos de artritismo y gota.