El funcionamiento del sistema digestivo del cuerpo humano, es vital en el desempeño diario del organismo, a través de este no solo se descomponen los alimentos, sino que también se permite asimilar las distintas propiedades que estos aportan al organismo.

Un mal cuidado del desarrollo de estas funciones, o de las partes encargadas de llevarlas a cabo puede generar grandes dificultades e incomodidad durante el día a día del ser humano, hasta el punto de incluso imposibilitar que el individuo pueda realizar actividades cotidianas.

Entre las molestias más reconocidas generadas por inconvenientes digestivos, se encuentran, cólicos, fuertes dolores, náuseas, vómitos, o estreñimiento, siendo esta última una de las más preocupantes y comunes, padecida por muchos incluso de manera crónica.

El estreñimiento puede impedir que las personas realicen sus actividades diarias con normalidad. | Foto: Getty Images/iStockphoto

El estreñimiento se produce cuando la persona no logra expulsar heces, en una cantidad de veces mayor a las 3 o 4 por semana, generando así que dentro del organismo se acumulen estos desechos y toxinas, las cuales requieren ser evacuadas del cuerpo humano lo antes posible.

Ante estas afectaciones de gran molestia, se han promovido distintos remedios de tipo natural y químico, los cuales a través de su ingesta, permiten estimular al sistema digestivo, dando paso a que se expulsen estas heces naturalmente en un periodo de tiempo a corto plazo, siendo recomendados especialmente aquellos alimentos con alta cantidad de fibra.

Sin embargo, existen distintas plantas medicinales, las cuales a través de sus propiedades, permiten la preparación de algunas infusiones, tés o bebidas puntuales, de gran beneficio para combatir estas u otras afectaciones generales para el cuerpo humano.

Entre estos remedios naturales más reconocidos se encuentra el consumo de linaza, una bebida en base a semillas de lino, sin embargo, existen otros elementos con menor reconocimiento pero funcionamiento similar como por ejemplo, el boldo, como lo explica el portal, Elsevier.

El boldo es un arbusto de origen chileno, el cual a través de su aprovechamiento, puede generar un efecto laxante ligero en el cuerpo humano, gracias a sus hojas y la capacidad que estas poseen para desarrollar algunos remedios.

Estas hojas cuentan con una cantidad importante de compuestos como glucósidos, flavonoides o aceites esenciales, los cuales a través de su funcionamiento, pueden traer grandes beneficios para el cuerpo humano, como regular los niveles de glucosa y presión arterial.

La forma más frecuente de tomar el boldo es en infusión. | Foto: Getty Images

Esta planta permite combatir el estreñimiento, gracias a que su consumo genera un flujo mayor de bilis a través del tracto digestivo, permitiendo una estimulación adecuada de este sistema, y también de las funciones renales, dando paso a eliminar distintas toxinas acumuladas en el cuerpo humano.

Sin embargo, cabe aclarar que para aprovechar este uso, se requiere una prudencia importante, ya que en caso de tomarse de manera elevada, se pueden generar efectos adversos que acaben afectando de mayor manera a la salud.

¿Cómo se prepara?

El uso de esta planta suele ser en tés, para cuya preparación, se debe colocar agua en una olla, la cual será calentada hasta que empiece a hervir, para una vez concretado esto, se puedan agregar las hojas de boldo al proceso.

La infusión de boldo es ideal para depurar el hígado | Foto: Libre de derechos

Llegado a este punto, se retirará la olla del fuego, se tapará, y se permitirá que repose por 15 minutos, permitiendo que el agua adquiera los beneficios del boldo, a través de este proceso puntual.

Para que finalmente, luego de transcurrir este tiempo, se cuele el líquido y se le añada un ligero toque de miel, evitando así el uso de edulcorantes, o azúcares procesados que puedan generar daños en el cuerpo humano.

Este consumo se recomienda una vez a la semana, o sin sobrepasar un consumo de 4 días a la semana, sin embargo, su ingesta no se recomienda en personas que sufran de afectaciones renales, ni tampoco en mujeres embarazadas o en condiciones de lactancia, que ya se pueden acabar generando efectos adversos.