La naturaleza es sabia en sí misma y por eso siempre le ha otorgado a todas las especies vivientes en el planeta lo necesario no solo para subsistir, sino para contrarrestar algunos males naturales y otros ocasionados por excesos o situaciones extremas. Por eso, durante millones de años, miles de seres humanos han dedicado su vida a estudiar cada uno de sus elementos para sacar el mejor provecho posible.
Uno de esos elementos es el cilantro, más conocido en el mundo científico como Coriandrum sativum, una de las hierbas más populares en la gastronomía por su versatilidad a la hora de mezclarse con diferentes ingredientes en un abanico muy amplio de preparaciones, donde sus notas aromáticas y gustosas no solo quedan navegando en el paladar, sino que ayudan a resaltar el sabor de otros ingredientes.
Se dice que las semillas de esta planta se dieron originariamente en Europa y Asia, sin embargo, en la actualidad también se pueden encontrar en América en todo su territorio y en Asia, siendo estos dos continentes de los que más la usan en sus diferentes gastronomías. Los coriandros, como también se le conoce a este alimento, “son un pequeño fruto de color marrón amarillento. Su aroma y sabor tienen un leve toque cítrico. Suelen emplearse con varios fines medicinales, aunque también se usan tostadas como condimento para muchas comidas”, tal como lo informa el portal Mejor con salud.
Además de su buen aporte culinario, estas semillas tienen elementos muy beneficiosos para la salud humana. Sus aceites esenciales y antioxidantes ayudan a diferentes órganos y sistemas para que tengan un funcionamiento óptimo. Tanto así que incluso pueden ayudar a prevenir algunas enfermedades que no tienen cura y requieren de un cuidado consciente y permanente.
Una de estas es la diabetes. Las semillas de cilantro tienen unos fitonutrientes que podrían ser útiles para disminuir los niveles de azúcar en la sangre, algo muy significativo para mantener la glucosa y la insulina en los niveles requeridos. Esto ya se está corroborando en estudios que se están llevando a cabo en el momento, para confirmar el efecto antidiabético de las semillas en los seres humanos.
“La infusión de semillas de cilantro se ha usado tradicionalmente como un remedio para el tratamiento de las flatulencias. Se cree que sus extractos naturales, tras ser asimilados en el intestino, frenan la producción excesiva de gases, aunque tampoco hay pruebas concluyentes al respecto todavía”, reseña el portal sobre la incidencia de este alimento para este tipo de mal, uno muy cotidiano entre la población mundial.
Por otro lado, un estudio publicado en el New York Science Journal en 2010 declara que las semillas de cilantro son perfectas para calmar los cólicos abdominales, dado que sus propiedades antiespasmódicas y carminativas repercuten de forma directa en las causas de este tipo de dolores, que vienen siendo de los más molestos que una persona puede experimentar a cualquier edad.
Ahora, los compuestos bioactivos de las hojas de cilantro son los mejores aliados a la hora de darle una mano al tratamiento de la artritis, tal como lo dicta un estudio publicado por e-SPEN Journal. “De acuerdo con esta investigación, los fitoquímicos, las vitaminas y los minerales —presentes especialmente en las hojas de la planta— ayudan a desinflamar los tejidos y calmar la rigidez en las articulaciones”, tal como informa Mejor con salud.
Estas son algunas de las enfermedades que las semillas del cilantro y algunas partes de su planta pueden ayudar a mitigar. Además, con este alimento también se puede mejorar el mal aliento, reforzar la salud mental y prevenir el envejecimiento prematuro, siempre y cuando se consuman en medio de una dieta saludable y la persona que lo haga también lleve un estilo de vida saludable.