Las semillas son una buena opción de alimentos saludables. Incluirlas en una dieta equilibrada le ayuda al organismo a obtener grasas saludables, proteínas, fibra y minerales como calcio, zinc, cobre y magnesio, entre otros.
Estos productos se caracterizan por brindar saciedad y favorecer el sistema de defensa del cuerpo; la fibra, que la mayoría de ellas contiene, ayuda a la salud digestiva y sus antioxidantes contribuyen a combatir los radicales libres, responsables del envejecimiento prematuro y diversas enfermedades degenerativas, solo por mencionar algunas de sus bondades.
Una de las muchas opciones que se tienen para incluir en diversas preparaciones son las de calabaza. Se trata de un alimento rico en minerales como zinc, potasio, hierro y magnesio, además de vitaminas A, C, E y B3. Gracias a estos componentes ofrece ciertas propiedades que ayudan a combatir algunas patologías como la osteoporosis, el estrés y la ansiedad y las enfermedades del sistema digestivo.
Semillas de calabaza
Además son saludables para el corazón, gracias a que mejoran la circulación de la sangre. Una publicación de la revista Mejor con Salud, escrita por Valeria Sabater indica que estas pequeñas semillas tienen propiedades diuréticas y son fuentes naturales de vitamina E, un componente ideal para proteger los tejidos del cuerpo y que aporta, a largo plazo, mayor elasticidad en venas y arterias. Así que, un consumo regular y, en la cantidad adecuada, favorecerá la circulación de las piernas y ayudará a prevenir la formación de coágulos.
En este sentido, la fundación estadounidense AARP indica que la riqueza en vitamina E de este alimento, lo hace favorable para disminuir el espesor de la sangre, lo que permite que fluya de manera natural, evitando complicaciones para el corazón. A esto se suma que al tener propiedades antiinflamatorias ayuda a aliviar las molestias que se generan cuando hay venas várices, por ejemplo.
Una de las principales funciones de este nutriente es que ayuda a formar glóbulos rojos. Esta vitamina ensancha las arterias y vasos permitiendo el paso de la sangre y evitando la formación de coágulos, precisan los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos.
Tua Saúde asegura que estas semillas son una excelente fuente de ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados, incluyendo omega 3, los cuales ejercen una acción antiinflamatoria ante los procesos de estrés o de enfermedades que puedan estar causando un estado de inflamación del organismo.
Contra el colesterol
Estos alimentos aportan diversos componentes como los fitoesteroles, magnesio, zinc y ácidos grasos poliinsaturados y monoinsaturados, por lo que contribuyen para regular la presión arterial. También disminuyen los niveles de colesterol total y el LDL, conocido como “malo” y ayudan a controlar los niveles de azúcar en la sangre, ejerciendo un efecto cardioprotector y previniendo el surgimiento de enfermedades cardíacas, como un accidente cerebrovascular o un infarto.
De otra parte, gracias a su alto contenido en calcio y magnesio, estas semillas son buenas para los huesos, reduciendo el impacto de enfermedades como la artritis y la osteoporosis. Para lograr una mejor absorción del calcio, se deben tomar con alimentos ricos en vitamina D, como el pescado o los champiñones, precisa el portal de estilo de vida unCOMO.
Aliada de la próstata
Un beneficio más es que esta semilla contribuye a disminuir los síntomas de la hiperplasia benigna de la próstata, que es el agrandamiento de esta glándula.
El portal salud Mapfre sostiene que la Agencia Europea del Medicamento (EMA) aprueba el uso tradicional de estas semillas para tratar las molestias a la hora de orinar asociadas al mencionado padecimiento y a la vejiga inestable. Esta planta también se puede utilizar como tratamiento coadyuvante, o en los casos más leves, sobre todo para aliviar los síntomas nocturnos.
Al respecto, el portal Cuerpo Mente indica que para conseguir efectos terapéuticos se deben consumir de 10 a 15 gramos diarios de las semillas. Esta dosis puede disminuir la necesidad de orinar por la noche en caso de la mencionada afección. No produce efectos secundarios destacables y puede tomarse durante periodos prolongados.
“En experimentos con animales, la semilla de calabaza fue capaz de reducir el tamaño de la próstata, pero no existen estudios que hayan probado esta propiedad en hombres”, precisa la citada fuente, por lo que se requiere de más análisis.
Es importante aclarar que si bien este alimento puede ayudar a mejorar la condición, siempre es importante acudir a los controles médicos periódicos para evitar complicaciones mayores.