La lechuga, como soberana indiscutible de las ensaladas, es ampliamente consumida en innumerables hogares como un pilar fundamental de la dieta diaria. Sus escasas calorías, pero abundantes minerales y vitaminas, la convierten en un alimento imprescindible.

A pesar de su presencia frecuente en la mesa, sus propiedades y ventajas permanecen prácticamente desconocidas para muchos. A lo largo de más de dos milenios, este alimento ha sido cultivado y apreciado tanto por los romanos como por los griegos, quienes admiraban su sabor y sus virtudes.

En la actualidad, la lechuga es cultivada en la mayoría de los países con clima templado, debido a su capacidad para resistir altas temperaturas, aunque las bajas pueden resultarle menos favorables.

Una característica importante de la lechuga es su alto contenido en fibra, lo que favorece el buen funcionamiento del intestino, además de que mejora la digestión y disminuye los cólicos menstruales. Gracias a sus diferentes variedades, este alimento proporciona múltiples beneficios para el organismo.

Agricultor revisando la planta de lechuga de col rizada fresca, vegetales orgánicos en la granja de viveros. Concepto de mercado empresarial y agrícola. | Foto: Getty Images

Beneficios para el cuerpo

El renombrado Leonardo Da Vinci, en su época, abordaba la importancia de este alimento para el bienestar humano. La lechuga ha sido asociada con beneficios para la vista, efectos calmantes y supuestos impactos en la libido. Aunque no todos estos efectos han sido confirmados científicamente, su valor nutricional es indiscutible y sobresaliente.

Los beneficios principales que aporta la lechuga son:

  • Es un alimento remineralizante, alcalinizante y refrescante. Además, su alto contenido en agua hace que sea un alimento muy hidratante.
  • Estimula el buen funcionamiento de los riñones y previene infecciones del tracto urinario.
  • Estimula las glándulas digestivas y tiene una actividad suave como laxante debido a la fibra que contiene.
  • La acción que ejerce para drenar el hígado le confiere una actividad depurativa general del organismo.
  • Reducir el nivel de azúcar en sangre, lo que es indicado para el consumo de personas diabéticas.
  • Poseer propiedades que favorecen la conciliación del sueño y tiene una acción analgésica. Por ello, se dice que tiene cualidades hipnóticas. Presenta propiedades calmantes durante un período de exaltación o excitación nerviosa (contiene lactucarium, que calma el sistema nervioso).
  • Prevenir algunos tipos de cáncer. Al ser rica en betacaroteno previene el cáncer de colon y pulmón.

Importancia de la lechuga en el cuidado de la piel

Este ingrediente está ganando popularidad como activo cosmético, ya que es rico en agua, minerales y vitaminas. Los extractos de lechuga ofrecen diversos beneficios para el cuidado de la piel, gracias a sus propiedades antioxidantes, revitalizantes e hidratantes.

Además, la lechuga se ha convertido en un valioso aliado en la lucha contra los signos del envejecimiento, pues ayuda a restaurar la tersura y suavidad natural de la piel. Su uso contribuye a contrarrestar los efectos del paso del tiempo, dejando la piel rejuvenecida y radiante.

La lechuga posee propiedades que favorecen la conciliación del sueño y tiene una acción analgésica. Por ello, se dice que tiene cualidades hipnóticas. | Foto: Getty Images

Junto a todas estas bondades, cuando se trata de belleza y cuidado de la piel, también es excelente para tratar otros problemas:

  • Limpiar, tonificar, revitalizar y proteger la piel.
  • Eliminar toxinas.
  • Aliviar quemaduras en la piel.
  • Estimular el crecimiento del cabello.
  • Mejorar el mal olor en pies y axilas.

Para aquellos con pieles altamente sensibles o secas, existe una opción casera para el cuidado de la piel: la mascarilla de lechuga. Los componentes activos se encuentran en la pulpa de las hojas de lechuga. Para usarla, es necesario tener la cara limpia y seca y luego aplicar la pulpa como mascarilla.

La lechuga tiene alto contenido en fibra, lo que favorece el buen funcionamiento del intestino, mejora la digestión y disminuye los cólicos menstruales. | Foto: GettyImages

Otra opción es triturar una hoja de lechuga en un mortero y mezclarla con una pequeña cantidad de miel y limón. Luego, esta mezcla puede aplicarse como mascarilla. Se debe permitir que la mascarilla actúe durante 15 a 20 minutos y luego enjuagarla.

Es recomendable realizar este proceso dos veces por semana, lo que puede resultar en una piel más luminosa y revitalizada.

Finalmente, es importante tener en cuenta que las lechugas cultivadas durante las estaciones de verano y primavera poseen una mayor concentración de nutrientes en comparación con las de otras estaciones. Esta diferencia se debe al impacto beneficioso de la luz solar durante su crecimiento. Como consejo, se sugiere adquirir aquellas lechugas con tonalidades más oscuras, ya que suelen ser más nutritivas en contenido.