Tener una buena circulación es clave para el organismo. Que la sangre fluya de manera natural y libre de obstáculos es determinante para que el oxígeno y los nutrientes lleguen a todas las células y tejidos para que puedan cumplir sus funciones.
Sin embargo, hay factores como la falta de actividad física, una mala alimentación y el consumo de alcohol y de tabaco, que inciden de manera negativa en ese proceso. A esto se suma el envejecimiento que en muchas ocasiones incide en la salud de las arterias y vasos sanguíneos.
Dado que la alimentación es clave para cuidar la condición de los vasos sanguíneos, las arterias y, en general del corazón, en ella no deben faltar las frutas y verduras, así como las proteínas magras, cereales integrales y las grasas buenas, evitando las saturadas y las trans.
En la larga lista que se tiene de opciones en lo a que verduras se refiere, está el ajo. Este alimento debería incluirse en la alimentación de forma regular, pues se le reconoce porque contribuye a mejorar muchas patologías relacionadas con el corazón y el sistema sanguíneo, como presión alta, colesterol elevado y enfermedades de las arterias coronarias.
Es una hortaliza fuente de minerales como manganeso, selenio, calcio, cobre o potasio; vitaminas B6 y C, además de aportar pocas calorías. Se dice que la mayoría de los beneficios de este producto para el organismo está relacionada con los compuestos de azufre que se forman cuando se cortan, trituran o mastican los dientes de ajo crudo y uno de los más conocidos es la alicina, según el portal Healthline.
Bueno para la sangre
Cuando se quiere tener una buena circulación es importante pensar en el consumo de este alimento, pues posee propiedades antioxidantes que cuidan los vasos sanguíneos previniendo la formación de placas de grasa, asegura el portal de salud Tua Saúde.
El ajo ayuda a reducir los niveles de colesterol “malo” (LDL) y de triglicéridos en la sangre debido a que inhibe su oxidación, reduciendo así el riesgo de sufrir arterosclerosis, que es el estrechamiento de las arterias debido las placas que se forman en sus paredes.
Asimismo, disminuye la presión arterial alta debido a que ejerce un efecto hipotensor y favorece la circulación de la sangre por causar un efecto vasodilatador. También evita la formación de trombos gracias a que inhibe la agregación plaquetaria, precisa Tua Saúde.
En esta línea, una publicación de la fundación estadounidense AARP, asegura que hay evidencia que indica que el ajo ayuda a evitar que las plaquetas se peguen y al promover la buena circulación, previene la formación de coágulos. Esto se debe a los efectos generados por la alicina y el contenido de vitaminas del grupo B.
El ajo ayuda, además a limpiar la sangre, gracias a que es un diurético natural que se encarga de depurar el organismo favoreciendo la producción de enzimas que eliminan toxinas de la sangre. El portal de estilo de vida unCOMO asegura que la forma más sencilla de depurar la sangre con ajo es comiendo a diario varios trozos de ajo crudo, en ayunas.
Otras bondades
De otra parte, esta verdura estimula las funciones respiratorias gracias a sus propiedades expectorantes y antisépticas, facilitando la respiración, por lo que su uso ayuda a tratar la gripa, tos, resfriados, ronquera, asma, bronquitis y afecciones pulmonares.
Finalmente, según algunos estudios, el ajo tiene propiedades antidiabéticas que están relacionadas con la capacidad de incrementar la secreción de insulina desde las células beta del páncreas, mejorando su funcionamiento, ayudando así a prevenir y a controlar la diabetes.
Además, puede actuar evitando la progresión de esta enfermedad, al inhibir los productos avanzados de la glucólisis, que son compuestos relacionados con el envejecimiento prematuro y que además producen complicaciones en en las personas diabéticas, concluye Tua Saúde.