Si bien el deterioro de la memoria se acentúa con el paso de la edad, las autoridades sanitarias y las instituciones de salud señalan que tener dificultades para recordar distintos eventos no es parte del proceso normal de envejecimiento.
De hecho, cuando la pérdida de la memoria se convierte en una constante, puede ser un indicio de que una persona está padeciendo de una enfermedad cognitiva como el Alzheimer.
“Los signos tempranos de la enfermedad incluyen el olvido de eventos o conversaciones recientes. Con el tiempo, avanza hasta convertirse en un problema grave de la memoria y la pérdida de la capacidad para hacer las tareas cotidianas”, explica la Clínica Mayo, una institución médica de Estados Unidos.
Aunque se trata de un padecimiento que no tiene cura, hay algunas medidas que se pueden tomar para prevenir su aparición. Entre ellas, tener una alimentación balanceada y rica en nutrientes y vitaminas que favorezcan la salud del cerebro.
Los expertos han mencionado el zinc, un mineral que contribuye en múltiples funciones del organismo humano. De hecho, una investigación científica publicada en 2020 dio cuenta de que la falta de zinc podría afectar varias tareas que normalmente debe desempeñar el cerebro.
“La deficiencia de zinc causa trastornos neurodegenerativos y de deterioro cognitivo, como disminución de la neurogénesis y deterioro del aprendizaje y la memoria”, reza el artículo científico, que fue publicado en International Journal of Molecular Sciences.
Pero tener bajas cantidades de zinc en el organismo no solo puede afectar el buen desempeño del sistema nervioso, sino que también tiene repercusiones en múltiples partes del organismo humano.
“En el caso de los bebés y los niños, la deficiencia de zinc causa diarrea, retraso en el crecimiento y falta de apetito Los bebés y los niños que han tenido una deficiencia de zinc podrían tener problemas reproductivos cuando sean adultos. La deficiencia de zinc ocasiona también la caída del cabello e infecciones frecuentes en niños más grandes”, señalan, por su parte, los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos.
Esas autoridades sanitarias, además, indican que el zinc se puede encontrar en una amplia variedad de alimentos, entre los cuales citan los siguientes.
- Ostras, que contienen una gran cantidad de zinc.
- Carne, pescado, aves, mariscos, como cangrejos y langostas, además de los cereales para el desayuno fortificados.
- Frijoles, nueces, cereales integrales, huevos y productos lácteos.
Pero el zinc no es el único nutriente que favorece el bienestar de la memoria, la publicación digital La Mente es Maravillosa, que se especializa en neurociencia, también menciona la vitamina B1. Advierte que tiene un efecto protector en el cerebro, lo cual evita que se envejezca.
Entre los alimentos que contienen más vitamina B1, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos hace referencia a:
- Productos integrales, enriquecidos y fortificados como el pan, los cereales, el arroz, la pasta y la harina.
- Germen de trigo.
- Carne de res y de cerdo.
- Trucha y atún de aleta azul.
- Huevos.
- Legumbres y arvejas.
- Nueces y semillas.
Así mismo, La Mente es Maravillosa menciona la vitamina B6, que es clave para mantener la función cognitiva normal y la formación de distintos tipos de neurotransmisores claves para la memoria y el aprendizaje.
Entre los alimentos con vitamina B6 listados por la Biblioteca Nacional de Medicina están:
- El atún y el salmón.
- El banano.
- Las legumbres (fríjoles secos).
- La carne de res y de cerdo.
- Las nueces.
- La carne de aves.
- Los granos enteros y los cereales fortificados.
- Los garbanzos.
Vale decir que además de la alimentación balanceada, evitar hábitos como fumar y tomar alcohol en exceso, hacer ejercicio físico con regularidad y mantener la mente activa también pueden ser muy positivos para mantener la memoria en buen estado.