Las heces acumuladas en el cuerpo casi siempre se ve en pacientes con estreñimiento prolongado, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

Además, señaló que la persona está en mayor riesgo de padecer estreñimiento crónico y retención fecal si:

  • No se mueve mucho y pasa la mayor parte de su tiempo en una silla o cama.
  • Tiene enfermedades del cerebro o del sistema nervioso que dañan los nervios que van a los músculos de los intestinos.

Asimismo, añadió que ciertos medicamentos hacen lento el paso de las heces a través de los intestinos:

  • Anticolinérgicos, los cuales afectan la interacción entre ciertos nervios y los músculos.
  • Antidiarreicos, si se toman con demasiada frecuencia.
  • Analgésico narcóticos, como metadona, codeína y oxicodona.

Adicional, señaló que los síntomas son:

  • Distensión y cólicos abdominales.
Una buena evacuación debe dejar la sensación de vacío completo. | Foto: Getty Images
  • Heces pequeñas y semiformadas.
  • Esfuerzo al tratar de evacuar las heces.

Otros posibles síntomas incluyen:

  • Presión en la vejiga o pérdida del control vesical.
  • Dolor en la parte baja de la espalda.
  • Frecuencia cardíaca rápida o mareo a raíz del esfuerzo para evacuar las heces.
El estreñimiento prolongado es la principal causa de la retención fecal. | Foto: Copyright Dazeley

Dicho lo anterior, para ablandan las heces acumuladas en el cuerpo, la revista Consumer reveló que “las frutas más laxantes son las frutas del bosque, como grosellas, frambuesas y moras”.

Ahora bien, el consumo de estas frutas debe estar acompañado de otras recomendaciones, como, por ejemplo:

  • Aumentar el consumo de alimentos ricos en fibra: existen dos tipos diferentes de fibra: soluble e insoluble y ambas son importantes para la salud, la digestión y la prevención de enfermedades. La fibra soluble se disuelve en agua para formar un material gelatinoso, mientras que la fibra insoluble les aporta volumen a las heces y parece ayudar a que los alimentos pasen más rápidamente a través del estómago y los intestinos.
  • Beber agua: de acuerdo con Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, el consumo diario de agua es diferente para los hombres y para las mujeres, porque existen diferencias entre la ingesta, pero por lo general los hombres deberían consumir 3,7 litros de agua al día y las mujeres deberían beber 2,7 litros, pero no hace falta ser tan estrictos, ya que los líquidos de la comida y otras bebidas también cuentan, así que es preferible tratar de tomar suficientes líquidos mediante una dieta variada y un conjunto de bebidas.
  • Hacer ejercicio: las nuevas directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiendan por lo menos de 150 a 300 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada o vigorosa por semana, para todos los adultos, incluidas las personas que viven con afecciones crónicas o discapacidad, y un promedio de 60 minutos al día para los niños y adolescentes.

Es más, entre las actividades físicas más comunes se destacan: caminar, montar en bicicleta o correr y todas ellas se pueden realizar con cualquier nivel de capacidad y para disfrute de todos.

Un estilo de vida saludable ayuda a evitar problemas de salud. | Foto: Getty Images
  • Comer alimentos probióticos: los alimentos recomendados son: el yogurt, el chucrut, el tempeh, el kimchi, el kéfir, las aceitunas y encurtidos, entre otros. Sin embargo, también hay medicamentos con probióticos.
  • Tomarse el tiempo para evacuar. Cuando se sienta el impulso de defecar, no pasarlo por alto y procurar establecer horarios regulares para evacuar el intestino, especialmente después de una comida.

De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y por ello, lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.