Una de las sensaciones más incómodas para el ser humano es el dolor de la rodilla, pues lógicamente es indispensable para el movimiento rutinario o la actividad física. Esto puede tener múltiples razones, que incluyen molestias físicas entre los deportistas o un simple desgaste o fatiga.
Como primer ítem, las actividades físicas a diario pueden derivar en pequeñas lesiones de rodilla, que van desde un simple desgarro o golpe hasta un esguince, fractura y hasta la luxación de la misma. Por otro lado, la artritis suele ser una causa común para las personas de tercera edad, quienes usualmente suelen tener fuertes dolores.
Así mismo, la bursitis de rodilla que se desatan por la inflamación de tales articulaciones, llevan a causar ese incómodo dolor, además de la tendinitis rotuliana y les lesiones por sobrecarga de la rodilla, que padecen las personas que realizan cierto desgaste en sus jornadas de trabajo.
Pese a que el dolor de rodilla es una de las razones habituales para visitar al ortopedista, está claro que el erradicar esa molestia puede llevar a la impaciencia; sin embargo, se comprobó científicamente que la ingesta de ciertas vitaminas ayuda a optimizar la recuperación de la rodilla.
Además de que los ejercicios rápidos son muy útiles para fortalecer la articulación, el doctor José Félix Castillo recomienda a través de un artículo varias vitaminas que sirven para “beneficiar el engrosamiento del cartílago”.
Las vitaminas recomendadas para el dolor de la rodilla
Vitamina B
En primer lugar, se recomienda el consumo de la vitamina B, pues ayuda a mermar los síntomas de la artritis y beneficia a las articulaciones con un óptimo mantenimiento de estas, haciendo que el dolor muscular se reduzca a la menor potencia.
En cuanto a su consumo, hay varias vías, tanto por la oral como inyectable y hasta en alimentos, tales como “el pescado, la carne roja, los granos, el brócoli, huevos, etc.” según la citada fuente. La dosis perfecta está en, mínimo, 50 miligramos diarios.
Vitamina K
Esta vitamina se relaciona directamente con los sangrados, pues lleva a que el cuerpo le ponga fin a la salida del tejido por alguna herida, que pueda ser motivo del fuerte dolor de rodilla. Esto beneficia a todas las articulaciones, además de que se evita en la mayor medida la inflamación de músculos y huesos.
La vitamina K puede encontrarse en el consumo de vegetales de hojas verdes, como la “espinaca, brócoli, lechuga, acelgas y perejil”.
Vitamina A
Una tercera vitamina como la A es de vital relevancia para los tejidos ´seos blandos, así como la piel y las mismas articulaciones como la rodilla, puesto que ayuda a fortalecerlas.
Además de mitigar el impacto en la rodilla, se encarga de fortalecer en términos generales todo el sistema óseo, una inmensa estructura de huesos y cartílagos en el ser humano. Su consumo está en “lácteos, zanahorias, calabacines, melón, mango, cereales y fortificados”.
Vitamina C
Además de ser vital para otros fines, la vitamina C se ha caracterizado por sus propiedades antiinflamatorias, que ayudan a un mejor uso de la rodilla o movimiento tras una lesión o dolor fuerte.
Esta se encuentra en el consumo de varias frutas, tales como el “limón, naranja, kiwi, guayaba, maracuyá, etc.”, de acuerdo con José Felix Castillo.
Vitamina E
El aporte de la vitamina E lleva a que el cuerpo pueda prevenir diversas amenazas externas, las cuales llevan a una óptima protección de las articulaciones corporales, especialmente en las rodillas.
Al igual que las anteriores, la ingesta de dicha vitamina se da únicamente al comer o usar “frutos secos, aceites vegetales y mango kiwi”.
Vitamina D
Para cerrar, la vitamina D únicamente se da tras recibir los rayos del sol y tiene un efecto inmediato, pues la absorción lleva a que el cuerpo se reponga de la fatiga y el insomnio, así como depresión y dolores a nivel muscular y óseo.