Por lo general, la mayoría de las personas considera que despertar a diferentes horas durante la semana, especialmente sábados y domingos, es una buena opción que no acarrea ningún tipo de riesgos para la salud.
Sin embargo, esto no es cierto, pues varios estudios han demostrado que lo más saludable es despertarse a la misma hora todas las mañanas e irse a dormir en el mismo horario, siempre.
Lo anterior refiere a un estudio en el que un equipo de la Universidad de Michigan utilizó datos de mediciones directas del sueño y del estado de ánimo de más de 2.100 médicos en sus prácticas, luego de su formación académica en la facultad de medicina.
Los participantes tenían horarios irregulares debido a que los entrenamientos terminaban en diferentes momentos, por lo que esto provocó interrupciones en sus agendas y se alteraron los patrones de sueño.
Así las cosas, los investigadores se dieron a la tarea de recopilar, mediante el seguimiento del sueño de los jóvenes médicos y otras actividades a través de los dispositivos de muñeca Fitbit, toda la información para la investigación, que fue publicada en la revista NPJ Digital Medicine.
Como resultado, se evidenció que aquellos cuyos dispositivos mostraron horarios de sueño variables tuvieron una tendencia a recibir puntuaciones más altas en los cuestionarios estandarizados de síntomas de depresión y a obtener calificaciones diarias más bajas del estado de ánimo.
Del mismo modo, los que regularmente se quedaban despiertos hasta tarde, o que dormían menos horas, también obtuvieron puntuaciones más altas con síntomas de depresión y un estado de ánimo más bajo a diario. Eso no sucedió con aquellos que tenían un horario uniforme a diario.
Beneficios de dormir y despertarse a la misma hora
Ahora bien, otros estudios revelaron que mantener una rutina diaria para dormir y acostarse todos los días a la misma hora otorga distintos beneficios para la salud, entre ellos, ayudar a conciliar el sueño más rápido, incrementar el desempeño académico, y mejorar la salud y el buen humor.
De hecho, el portal web Somno de Chile refiere a una compilación de datos de estudiantes universitarios en Taiwán, un estudio publicado en BMC Public Health, el cual arrojó que el sueño regular aumenta la capacidad de quedarse dormido más rápido desde 14 a 24 minutos.
A su vez, otro estudio de la Academia Estadounidense de Medicina del Sueño analizó alrededor de ocho mil niños de cuatro años y descubrió que, cuando tenían reglas establecidas sobre la hora de ir a dormir, obtenían mejores resultados en sus pruebas de lenguaje y matemáticas.
Además de estas investigaciones, un estudio en el que participaron 61 universitarios de Harvard “logró vincular los horarios de sueño irregulares con promedios académicos más bajos, además de que los alumnos que no se dormían todos los días a la misma hora estaban menos alertas durante el aprendizaje”, indica el portal en mención.
Esta es la mejor hora para dormir y descansar bien
La revista Women’s Health reveló que “los expertos de The Sleep Council señalaron que la franja ideal para dormir y descansar bien se situaría entre las 22:00 y las 23:00 de la noche, ya que es el momento en el que la temperatura de nuestro cuerpo disminuye, así como los niveles de cortisol (la hormona del estrés).
Según se va haciendo de noche, el cerebro comienza a producir melatonina, que es precisamente la sustancia que necesitamos para que comience a entrarnos sueño”.
Respecto a la cantidad de horas de sueño, Medline Plus puntualizó que las recomendaciones generales para dormir son:
- Recién nacidos: 16-18 horas al día.
- Niños en edad preescolar: 11-12 horas al día.
- Niños en edad escolar: por lo menos 10 horas al día.
- Adolescentes: 9-10 horas al día.
- Adultos (incluyendo adultos mayores): 7-8 horas al día.
- Evitar la cafeína, especialmente por la tarde y noche.
- Evitar la nicotina.
- Hacer ejercicio con regularidad, pero no demasiado tarde. No obstante, si por cuestiones de tiempo u otras razones, se toma la decisión de hacer ejercicio en las noches, la revista Glamour publicó algunas recomendaciones. Por ejemplo, evitar las bebidas estimulantes, tomar un baño con agua tibia después de realizar ejercicio, evitar los dispositivos electrónicos antes de dormir y comer algo ligero para evitar la pesadez y poder descansar.
- Evitar las bebidas alcohólicas antes de acostarse.