El cerebro es uno de los órganos más importantes del cuerpo. Está ubicado dentro del cráneo y dirige la actividad del sistema nervioso. Es la parte más conocida del encéfalo. Se encarga de controlar lo que se piensa y lo que se siente. También controla el movimiento en general del cuerpo y, entre otras cosas más, a un proceso tan importante como la digestión.
El cerebro se divide en dos hemisferios. Uno de ellos es el izquierdo, el cual se considera como el objetivo, lógico y analítico. El otro es el derecho, que es el lado intuitivo, subjetivo y creativo. Una de las enfermedades que más afecta al cerebro es el Alzheimer, el cual genera problemas de memoria y de pensamiento.
Por su parte, la diabetes “es una enfermedad en la que los niveles de glucosa (azúcar) de la sangre están muy altos. La glucosa proviene de los alimentos que consume. La insulina es una hormona que ayuda a que la glucosa entre a las células para suministrarles energía. En la diabetes tipo 1, el cuerpo no produce insulina. En la diabetes tipo 2, la más común, el cuerpo no produce o no usa la insulina de manera adecuada. Sin suficiente insulina, la glucosa permanece en la sangre”, explica Medline Plus, Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.
“Con el tiempo, el exceso de glucosa en la sangre puede causar problemas serios. Puede dañar los ojos, los riñones y los nervios. La diabetes también puede causar enfermedades cardíacas, derrames cerebrales y la necesidad de amputar un miembro. Las mujeres embarazadas también pueden desarrollar diabetes, llamada diabetes gestacional”, agrega la entidad.
La buena alimentación es uno de los aspectos más importantes para mantener el cerebro sano y prevenir el surgimiento de una enfermedad crónica y metabólica como la diabetes. En este sentido, cabe mencionar que existe un alimento de origen vegetal que mejora el órgano en cuestión y controla la afección mencionada.
Se trata de los arándanos, una de las frutas más saludables que existen. Acumula una gran cantidad de vitamina C, potasio, fibra y compuestos antioxidantes. Existen dos tipos de los mismos; unos son de color rojo, mientras que otros son azules.
“Los arándanos aportan antocianinas, compuestos vegetales con efectos antiinflamatorios y antioxidantes que tienen la capacidad de reducir el estrés oxidativo y la inflamación de las células cerebrales, mejorando la función cognitiva, aumentando la capacidad de la memoria y retrasando el envejecimiento mental, además de ayudar a prevenir el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas, como la demencia senil o Alzheimer”, afirma el portal Tua Saúde.
Además, el sitio incluye que “los arándanos contienen compuestos bioactivos con propiedades antidiabéticas que ayudan a disminuir los niveles de glucosa en el organismo y a mejorar la sensibilidad a la insulina, hormona que se encarga de regular el azúcar en sangre, siendo una fruta muy recomendada para controlar y a prevenir la diabetes tipo 2″.
Como todo alimento, los arándanos, para que sus beneficios se aprovechen de la mejor manera posible, se deben consumir con moderación, sin llegar a un exceso. Es de vital importancia que se ingieran en su propio estado y no en jugos o zumos, pues así aumenta su fructosa, azúcar natural que puede elevar la glucosa en la sangre.
Son una gran alternativa para sustituir los snacks sintéticos. Es posible consumirlos en la mañana, para el desayuno; en el mediodía, para el almuerzo y para la noche, para la cena. También se pueden combinar con otros alimentos saludables como la avena.