El colon es el órgano más importante del aparato digestivo. Se encarga de extraer el agua y algunos nutrientes y electrolitos de los alimentos parcialmente digeridos. Los restos no digeridos, residuos sólidos llamados heces, se mueven a través de este intestino, se almacenan en el recto y salen del cuerpo por el ano, precisa el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos.

Al colon se le conoce como intestino grueso y en él se encuentra la flora intestinal, bacterias que convierten los alimentos en desechos, los cuales son expulsados regularmente cuando se tiene una dieta balanceada, se realiza actividad física regular y el cuerpo se hidrata de forma adecuada, asegura el portal Gastrolab, de México.

Los expertos aseguran que si las personas no se alimentan de manera adecuada, el intestino almacenará toxinas que traen consecuencias como inflamación estomacal, estreñimiento y colon irritable, entre muchas otras afecciones. Es por eso que para que el sistema digestivo funcione bien y se eviten esos molestos dolores se deben ingerir alimentos que en cambio de cargarlo, ayuden a limpiarlo y aliviarlo.

El dolor abdominal es una de las consecuencias cuando se inflama el colon. | Foto: Getty Images

El colon está expuesto a muchos trastornos que afectan su capacidad para funcionar adecuadamente. Por ejemplo, es posible que presente colitis ulcerosa, un padecimiento que se registra con inflamación y llagas, o la enfermedad de Crohn, caracterizada por la inflamación del recubrimiento del tracto digestivo. También se puede presentar colitis isquémica, que es una inflamación del colon como consecuencia de una escasa llegada de sangre a este órgano, precisa la revista Redacción Médica.

Dolor por inflamación

La colitis isquémica puede registrarse como consecuencia de una reducción del flujo sanguíneo, que es posible que tenga su origen en el estrechamiento de los vasos sanguíneos que irrigan el colon.

El instituto de investigación Mayo Clinic explica que esta afección puede ocasionar dolor en el lado izquierdo del vientre y por ello suele confundirse con otras afecciones digestivas.

Por su parte, la colitis ulcerosa es muy común que genere dolor y calambres en el abdomen y molestias en el recto, situación muy similar a la que se presenta con la enfermedad de Crohn. En este caso, el dolor abdominal es el más frecuente y se manifiesta con cólicos.

Los problemas en el intestino grueso se pueden presentar a cualquier edad. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Colitis isquémica

En el caso específico de la colitis isquémica los síntomas son principalmente los siguientes:

  • Dolor, sensibilidad o calambres en el vientre, que pueden producirse repentinamente o con el paso del tiempo.
  • Sangre de color rojo brillante o marrón en las heces o, en ocasiones, sangrado solo sin heces.
  • Sensación de urgencia para defecar.
  • Diarrea.
  • Náuseas.

Los especialistas recomiendan buscar atención médica de manera inmediata si siente dolor repentino e intenso en el área del abdomen. También si esta molestia hace que la persona se sienta muy mal y no pueda sentarse en posición derecha o encontrar una ubicación cómoda. También es determinante recurrir al especialista si se presenta diarrea con sangre.

La alimentación es clave para mantener el colon en una buena condición. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Enfermedad de Crohn

Para la enfermedad de Crohn, las señales son las que se mencionan a continuación.

  • Fiebre
  • Fatiga
  • Falta de apetito y pérdida de peso
  • Diarrea acuosa, la cual puede tener sangre

Colitis ulcerosa

Los expertos aseguran que en la colitis ulcerosa las señales pueden variar, según la gravedad de la inflamación y el lugar donde se produzca. Estos son algunos de los signos más comunes.

El colon está expuesto a diversas afecciones. | Foto: Getty Images
  • Diarrea, a menudo con sangre o pus
  • Sangrado rectal (presencia de una pequeña cantidad de sangre en las heces)
  • Necesidad imperiosa de defecar
  • Pérdida de peso
  • Fatiga
  • Fiebre
  • En el caso de los niños, retraso en el crecimiento