Con relativa frecuencia, las personas prefieren pelar algunas frutas en vez de consumir su cáscara. No obstante, hay algunas de ellas que contienen múltiples nutrientes y son comestibles. Así lo han venido confirmando múltiples conceptos de profesionales médicos y estudios científicos.
De hecho, un artículo publicado por el Instituto de Ecología de México mostró los beneficios nutricionales que podrían traer las cáscaras de varias frutas que se consumen masivamente. Según señalaron los autores del documento, estos tejidos frutales contienen compuestos como los antioxidantes, los cuales son conocidos por proteger a las células de los radicales libres. En pocas palabras, son sustancias que ayudan a que el organismo se mantenga joven.
No obstante, advirtieron que esta condición no aplica para todas las frutas, pues en el caso de los plátanos simplemente se trata de cáscaras que no se consideran comestibles. Los autores del trabajo investigativo se refirieron a otras frutas como los mangos, las ciruelas tropicales, las uvas, manzanas, persas y los duraznos.
“Descubrimos que, del contenido nutricional de los frutos, un alto porcentaje se encuentra en la cáscara, encontrando en esta una gran cantidad de compuestos fenólicos, muchos de ellos con propiedades antioxidantes. Esto fue parte de los resultados de una investigación con una de las principales plagas de árboles frutales, las Moscas de la Fruta, que, al poner sus huevos dentro de las frutas, provocan que se agusanen y se pudran”, puntualizaron los expertos del Instituto de Ecología de México.
Según señalaron, llevaron a cabo un proyecto de investigación que se realizó entre el 2017 y el 2019 con la ayuda del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología. Entre otros objetivos, se trazaron el de investigar qué tan ricos en nutrientes eran algunos frutos tropicales. La idea era apoyar a los agricultores a identificar el valor agregado de sus productos.
Para realizar un trabajo integral no solo se quedaron con la pula de las frutas, sino que analizaron el contenido de las semillas y de las cáscaras. En el artículo califican los hallazgos que hicieron como “fascinantes”.
“Por ejemplo, en el caso del mango, fruto del que solo nos comemos la pulpa, descubrimos que su cáscara tiene 14 veces más compuestos químicos benéficos llamados fenoles, muchos de ellos con propiedades antioxidantes, que la pulpa. También tiene muchos minerales. Mientras que la pulpa tiene básicamente azúcares y proteínas, pero muy pocos antioxidantes. Lo mismo sucedió cuando estudiamos la ciruela tropical (Spondias purpurea), el zapote blanco (Casimiroa edulis), y hasta el chico zapote (Manilkara zapota)”, indicaron los autores de la investigación.
Las frutas ayudan a prevenir las enfermedades del corazón
Recientemente, se conoció un nuevo estudio científico en el cual se analizaron de forma masiva los efectos que podían tener distintos alimentos en la salud de las personas, entre ellos las frutas. El análisis lo realizaron científicos de la Universidad McMaster, el Hamilton Health Sciences y el Population Research Health Institute de Canadá.
Puntualmente, estudiaron cuáles eran los efectos que tenían distintas dietas en el riesgo de padecer de enfermedades del corazón. Entre otras cosas, encontraron que dejar de comer seis tipos de alimentos estaba asociado a un incremento en las probabilidades de sufrir afecciones cardíacas.
En síntesis, los investigadores encontraron que consumir frutas, verduras, legumbres, nueces, pescado, y productos lácteos es fundamental para reducir los riesgos de padecer afectaciones como ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
Eso sí, los investigadores reconocieron que su investigación tenía algunas dificultades. “Nuestro estudio tiene algunas limitaciones potenciales. En primer lugar, la dieta (como en la mayoría de los grandes estudios epidemiológicos) fue autoinformada y las variaciones en los informes podrían conducir a errores aleatorios que podrían diluir las asociaciones reales entre las puntuaciones de la dieta y los resultados clínicos”, señalaron los autores del trabajo investigativo.