Es complejo encontrar una alacena donde no haya al menos una pizca de bicarbonato de sodio. Se trata de un compuesto químico que tiene múltiples usos, motivo suficiente para que cada día sea más apetecido por las personas. Sirve para blanquear utensilios, lavar baños, como condimento para preparar algunos alimentos, y ni qué decir del sinnúmero de bondades que posee para el cuidado de la piel, el ocultamiento de las canas y la salud en general.
De hecho, un artículo publicado en Clinical Pediatrics destacó que el bicarbonato en cantidades mínimas y disuelto en agua puede ayudar a reducir problemas relacionados con acidez gástrica o renal.
Sus bondades son innumerables, sirve como exfoliante natural para la piel e incluso ayuda con la eliminación de los molestos puntos negros. En ese sentido, la doctora en química de la University College of Dublin, Laura González Islas, dijo en diálogo con Vogue explicó que el bicarbonato sirve como un exfoliante para la cara y el cuerpo en general.
De acuerdo con la científica, se deben mezclar entre dos y siete cucharadas de bicarbonato de sodio con agua y frotar la mezcla en el rostro, codos, rodillas o pies, realizando movimientos circulares, para luego retirar la mezcla con agua fría. Esto ayuda a eliminar las células muertas de la piel.
La piel es el órgano más grande que tiene el cuerpo, por eso conviene cuidarlo, para lograrlo, hay múltiples productos que circulan en el mercado y otra decena de remedios caseros. Hay una parte del cuerpo que suele sufrir mucho: las uñas. Algunos consideran incluso que las uñas son la carta de presentación de las personas, si es cierto o no es algo subjetivo.
Esta parte del cuerpo es afectada comúnmente por los hongos, cuya patología es conocida como onicomicosis, provocada por unos parásitos o microorganismos llamados dermatofitos. Si bien es importante señalar que la aparición de estos hongos debe ser consultada a un médico, hay algunos remedios caseros que ayudan a combatirlos, como es el caso del bicarbonato de sodio.
Color amarillento en la zona afectada, engrosamiento de las uñas y roturas o mal olor en esta parte del cuerpo son algunos de los síntomas que se presentan en las personas que contraen este hongo, así puede distinguir si tiene onicomicosis o no.
De acuerdo con el periódico digital El Español, el bicarbonato de sodio es un excelente producto para tratar los hongos en las uñas de los pies y manos, gracias a sus propiedades propiedades antimicóticas, alcalinas y antisépticas.
Como bien mencionó la doctora en química de la University College of Dublin, Laura González Islas, el bicarbonato de sodio posee una potente acción exfoliante para las diferentes partes del cuerpo humano, por lo que, de este modo, al hacer uso de este compuesto químico se puede frenar el crecimiento de los parásitos que suelen alojarse en las uñas.
Sumado a lo anterior, las propiedades del bicarbonato de sodio permiten regular el pH de las uñas y de la piel, haciendo que reduzca la sudoración excesiva en pies y manos, previniendo de esta forma que aparezcan hongos en las uñas de estas dos partes del cuerpo o ayudar a reducirlos en caso tal de que estos ya hayan aparecido.
Por otro lado, este compuesto químico cuenta con propiedades blanqueadoras que ayudan a acabar con color amarillento de las uñas provocado por distintos tipos de hongos.
La fórmula
La receta para llevar a cabo la preparación y eliminar de manera progresiva tato los hongos en las uñas de los pies, así como el color amarillo de las uñas en general, es muy sencilla: solo se necesita mezclar una cucharadita de de bicarbonato de sodio con dos cucharadas de agua en un recipiente. Surtido este proceso y luego de tener una mezcla homogénea, debe ayudarse con un algodón, el cual debe sumergir en el líquido y posteriormente pasarlo uña por uña sin dejar ni un solo espacio sin la mezcla.
Procure hacer movimientos circulares –al igual que cuando se aplica el removedor de esmalte– para hacerle un masaje intensivo a cada una de las uñas, luego de haberlo hecho con todas las uñas, debe dejar actuar la mezcla por 15 minutos. Transcurrido este tiempo es importante que lave las manos –y sobre todo las uñas– con agua abundante, asegurándose de que no quede rastro alguno de la mezcla.
Para obtener resultados eficaces, es recomendable repetir este proceso entre una y dos veces por semana para lograr quitar ese molesto color amarillo de las uñas.