El colágeno es la proteína más abundante en el cuerpo y es el componente principal de los tejidos conectivos que conforman varias partes de la estructura corporal, incluyendo los tendones, los ligamentos, la piel y los músculos.

Se trata de una molécula que desempeña muchas funciones importantes como proporcionar estructura a la piel y fortalecer los huesos. A medida que las personas envejecen, la producción de colágeno va reduciéndose y eso tiene consecuencias en el organismo, razón por la que los expertos recomiendan incluirlo en la dieta.

Aunque normalmente el colágeno se conoce como componente de cremas y productos de cosmética que ayudan a retrasar la pérdida de la elasticidad de la piel y a aumentar la tersura de la misma, lo cierto es que tomar esta proteína también brinda muchos beneficios a las articulaciones evitando enfermedades como la artrosis.

Hay varios alimentos de origen animal y vegetal que añaden colágeno como, por ejemplo, la carne. Esta proteína ayuda a que el organismo disponga de los aminoácidos suficientes para que los cartílagos y las articulaciones estén en buen estado. La recomendación es consumir carne magra como el pollo, el pavo o el conejo.

El pescado azul también contiene colágeno, por lo que la recomendación es ingerirlo un par de días a la semana para favorecer la salud cardiovascular y mejorar la condición de la piel y los huesos. Su alto contenido en ácidos grasos omega 3 previene la oxidación celular y actúa como un potente antiinflamatorio.

Los huevos, el limón, la cebolla y los frutos secos también son una buena fuente de colágeno. Incluirlos en la alimentación diaria favorece que el cuerpo mantenga esta proteína y tenga una mejor condición.

Los tomates, lácteos como la leche y las fresas, además de la gelatina son igualmente alimentos recomendados por los especialistas que pueden consumirse en cualquier momento y a cualquier edad.

Fortalecimiento de la piel

Una de las primeras bondades que se le atribuye al colágeno es que juega un papel importante en el fortalecimiento de la piel, y además puede beneficiar la elasticidad y la hidratación, según el portal especializado Healthline.

De igual forma, ayuda a mantener la integridad del cartílago, que es el tejido que protege las articulaciones. A medida que la cantidad de colágeno en el cuerpo disminuye con el avance de la edad, se incrementa el riesgo de desarrollar trastornos articulares degenerativos como la osteoartritis.

Algunos estudios han demostrado que tomar suplementos de colágeno puede ayudar a mejorar los síntomas de la osteoartritis y reducir el dolor articular en general. En un estudio, 73 atletas que consumieron 10 gramos de colágeno diariamente durante 24 semanas experimentaron una disminución significativa del dolor articular mientras caminaban y descansaban, en comparación con un grupo que no lo tomó.

Por otro lado, los huesos están hechos principalmente de colágeno, que les da estructura y ayuda a que se mantengan fuertes. Cuando el cuerpo envejece, la masa ósea también se ve afectada. Esto puede conducir a enfermedades como la osteoporosis, que se caracteriza por una baja densidad ósea y se ha vinculado con un mayor riesgo de fracturas óseas.

Adicional a esto, el colágeno promueve la salud del corazón. Diversos estudios han planteado que tomar suplementos de colágeno podría ayudar a reducir el riesgo de enfermedades relacionadas con este órgano. Esta molécula da estructura a las arterias, los vasos sanguíneos que transportan la sangre desde el corazón al resto del cuerpo. Si el colágeno no es suficiente, las arterias pueden volverse débiles y frágiles.

Esto puede conducir a la aterosclerosis, una enfermedad que se caracteriza por el estrechamiento de las arterias, que tiene el potencial de provocar ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.

Tomar colágeno también puede fortalecer las uñas y evitar que se quiebren con facilidad. Además, puede estimular el crecimiento del cabello.

Dado que con el avance de la edad el cuerpo requiere de adicionar esta proteína, los suplementos que la contienen son de gran ayuda. La mayoría están hidrolizados, lo que significa que el colágeno se ha descompuesto, facilitando así su absorción. Son un aporte extra que aporta al organismo diferentes proteínas, nutrientes, vitaminas y otro tipo de elementos que favorecen la salud.

Sin embargo, es importante que las personas tengan en cuenta las siguientes precauciones:

- Son un complemento alimenticio y no un medicamento.

- Puede tener efectos secundarios.

- Se recomienda evitar su ingesta en exceso y seguir las recomendaciones de los profesionales.

-Llevar hábitos de vida saludables

- Tomarlo en un momento oportuno del día

El colágeno puede tomarse a partir de los 35 años, edad en la que el cuerpo reduce drásticamente la producción. En el caso de deportistas profesionales o quienes practican mucha actividad física se puede consumir antes de los 35 para evitar el desgaste corporal.

Según expertos, para que el colágeno pueda hacer efecto debe tomarse de forma continuada durante tres meses y nunca rebasar la cantidad diaria recomendada.

Se trata de un producto que se puede consumir en cualquier momento del día, pero si se toma en la mañana se pueden aprovechar mejor todos sus nutrientes. Sin embargo, si la persona consume colágeno para mejorar su sistema digestivo, lo ideal sería tomarlo una hora antes de cada comida. Según los expertos, es fundamental ser constante y adquirir un hábito para no dejar de consumirlo ningún día.