El colon es la parte más larga del intestino grueso, órgano en forma de tubo que se conecta con el intestino delgado por un extremo y con el ano por el otro. Forma parte del aparato digestivo y, al igual que los demás órganos que lo componen, es imprescindible su cuidado, así define este órgano el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos.
Es el encargado de extraer el agua y algunos nutrientes y electrolitos de los alimentos parcialmente digeridos. En lo que se refiere al material restante, los residuos sólidos, llamados heces, se mueven a través del colon, se almacenan en el recto y salen del cuerpo por el ano. Hay patologías que pueden ser evitadas si se cuida el colon y se actúa a tiempo, tales como algún tipo de cáncer, colitis o el síndrome de intestino irritable, entre otras.
Es de destacar que el síndrome de colon irritable, que es una de las enfermedades más comunes en la sociedad, provoca malestar y dolor y perjudica la calidad de vida de quienes lo padecen. El colon irritado puede provocar en primera instancia dolor abdominal, el cual puede estar acompañado de flatulencias, diarrea o estreñimiento.
La alimentación cumple un papel clave en lo que refiere a este síntoma, debe ser balanceada y nutritiva. Si bien hay un amplio listado de alimentos que ayudan a aliviar el colon irritable, hay otra decena que es preferible evitar su consumo, pues pueden empeorar los síntomas, bien sea porque pueden ser irritantes o de difícil digestión, empeorando la inflamación y el dolor en las personas.
Un claro ejemplo de estos alimentos es el consumo de frituras y comidas rápidas, pues su alto contenido de grasa dificulta la digestión y aumenta el nivel de la inflamación en las personas que padecen de colon irritable, sin dejar de mencionar que contribuyen al sobrepeso. No quiere decir que no pueda ingerir papas a la francesa, hamburguesas u otros alimentos de este corte, solo que a la hora de prepararlos debe asegurarse de no freírlos sino de consumirlos cocidos, asados, horneados o a la plancha.
Estando en la calle, evite ingerir papas a la francesa, hamburguesas, pizzas, perros calientes, frituras de paquete o snacks de pollo frito. “Todos ellos se caracterizan por la presencia de grasas trans en su interior, sustancias capaces de incrementar el riesgo de sufrir patologías crónicas, según un estudio publicado en Cardiology”, reseña el portal MejorconSalud.
Las carnes rojas y los embutidos son otros alimentos con o que se debe tener cuidado, es preferible erradicarlos o disminuirlos de la dieta si padece de colon irritable. Si bien son una fuente de nutrientes para el organismo, aportan grandes contenidos de grasas y ácidos que pueden empeorar el síndrome.
El jamón, las salchichas, la carne molida, las chuletas y sus derivados son algunos ejemplos de esta clase de alimentos, pueden ser reemplazados por la ingesta de carnes magras como el pollo y pavo, cuyos aminoácidos benefician el organismo.
Los productos lácteos enteros también agravan este padecimiento, primero porque contienen mucha grasa y segundo, porque algunas personas que padecen de colon irritable son intolerantes a la lactosa. En cualquiera de los dos cuadros, el consumo de lácteos enteros puede provocar diarrea, dolor o hinchazón. Puede complementar su dieta incluyendo alimentos provenientes de almendras, soja o arroz.
El azúcar y los endulzantes artificiales también deben ser evitados. MejorconSalud destaca que el azúcar refinado carece de vitaminas y minerales, por lo que solo aporta carbohidratos que no le brindan ningún beneficio al organismo. Además, el consumo de azúcares refinados y de endulzantes artificiales pueden provocar una diversidad de problemas al aparato digestivo.
Evite el consumo de dulces, golosinas, refrescos procesados y bebidas energéticas y en el caso de querer endulzar algún alimento, haga uso de la miel de abejas orgánica sin procesar, pues contiene azúcares naturales que sirven como fuente de energía.
El chocolate es un alimento que suele contener leche y azúcar, dos factores ya mencionados que pueden irritar el intestino, así lo evidenció una investigación publicada en Journal of Neurogastroenterology and Motility. Por último, se recomienda evitar el consumo del brócoli y la coliflor, pues son alimentos que dificultan la digestión.