Dormir lo suficiente es esencial para ayudar a mantener una salud y un bienestar óptimos. El sueño es tan vital como hacer ejercicio de forma regular y llevar una dieta balanceada.
Para los expertos, es importante que las personas se esfuercen por dormir lo suficiente con regularidad y más cuando empiezan a envejecer, pues es muy común que se despierten en la noche, lo que no les permite descansar. De acuerdo con el Medical News Today, por ejemplo, existe evidencia que sugiere que dormir bien por la noche puede ayudar a una persona a consumir menos calorías durante el día, lo que se traduce en menor riesgo de obesidad.
De igual forma, un estudio de las Actas de la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos de América (Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America) establece que los patrones de sueño tienen un efecto en las hormonas responsables del apetito. Cuando una persona no duerme lo suficiente, puede interferir con la capacidad del cuerpo para regular correctamente la ingesta de alimentos.
Según la Asociación Nacional del Sueño (National Sleep Foundation), el sueño apropiado para los adultos es de entre 7 y 9 horas por noche, y los atletas pueden beneficiarse de hasta 10 horas. En consecuencia, el sueño es tan importante para los atletas como consumir suficientes calorías y nutrientes.
Dormir bien es muy importante porque el sueño ayuda al cuerpo a repararse, regenerarse y recuperarse. El sistema inmunológico no es una excepción a esta relación. Algunas investigaciones muestran cómo una mejor calidad del sueño puede ayudar al cuerpo a combatir las infecciones, por ejemplo. Aunque aún falta más investigación científica sobre el tema.
Según expertos de Mayo Clinic, a medida que las personas envejecen, es posible que se despierten a lo largo de la noche. “Uno de los cambios más frecuentes y notables en el sueño que aparece con el envejecimiento es despertarse con más frecuencia. La causa más probable es algún tipo de molestia física, como la necesidad de ir al baño o de mover una articulación dolorida”, aseguran.
La mayoría de los cambios en el sueño relacionados con la edad tienen lugar antes de los 60 años, incluido el tiempo que las personas les lleva dormirse, el cual no aumenta con el paso del tiempo.
Dormir menos y pasar menos tiempo en el ciclo de sueño son cambios que forman parte del proceso natural de envejecimiento. Estos pueden variar un poco según la persona y, en general, afectan más a los hombres que a las mujeres.
Estos son algunos consejos, que según los especialistas, le pueden ayudar a dormir mejor.
1. Revisar los medicamentos y los suplementos que la persona está consumiendo, pues su uso puede estar afectando la calidad de sueño.
2. Evita tomar líquidos hasta dos horas antes de ir a la cama para reducir las idas al baño.
3. Si hay algún dolor que mantiene despierta a la persona, es importante hablar con el médico para evaluar si el consumo de un analgésico de venta libre antes de ir a la cama puede ayudar. Esto no evitará que la persona se despierte en la noche, pero hará que sea más fácil volver a dormirse.
4. Mantener el ambiente en donde se duerme lo más oscuro posible. La luz altera el ritmo natural que tiene tu cuerpo al momento de dormir.
5. Limitar el consumo de cafeína, en particular dentro de las ocho horas previas a acostarse.
6. Evitar tomar alcohol cerca de la hora de ir a dormir. Si bien puede quedarse dormido rápidamente, una vez que su efecto desaparece, se vuelve más propenso a despertarse en la noche.
7. Es importante limitar la duración de las siestas durante el día a entre 10 y 20 minutos.
8. Acostarse a la misma hora cada noche.
9 Pasar más tiempo al aire libre y mantenerse activo durante el día.
10. Reducir los niveles de estrés a través de ejercicio, terapia u otros medios.
El sueño es un componente vital que muchas veces se descuida de la salud y el bienestar general de las personas. Es importante porque permite que el cuerpo se repare, prepare y esté en forma para el día siguiente. Descansar lo suficiente también puede ayudar a prevenir el aumento excesivo de peso, las enfermedades cardíacas y una mayor duración de una enfermedad.