Conocida como la enfermedad del olvido, el alzheimer comienza a manifestarse con una pérdida leve de memoria o la incapacidad para mantener el hilo de una conversación, así como le ocurrió progresivamente al comediante colombiano Marcelino Rodríguez, conocido como Mandíbula, quien hizo parte del elenco de Sábados Felices durante 30 años, cuyo caso fue difundido en redes sociales recientemente.
El deterioro es progresivo en las personas que padecen esta patología, hasta que avanza hacia áreas como el lenguaje, la capacidad de cálculo y el sentido de la orientación, impidiendo que la persona realice con normalidad sus actividades diarias.
Según explica el neurólogo Hugo Umeres Cáceres, actualmente la comunidad médica a nivel global trabaja arduamente para encontrar mejores tratamientos contra el alzheimer, sobre todo para encontrar la manera de retrasar su inicio y evitar su desarrollo.
Basado en estudios científicos, este médico especialista de la clínica San Felipe, de Lima, enumeró los factores de riesgo asociados al alzheimer
Edad avanzada: La probabilidad de desarrollar la enfermedad de alzheimer aumenta a medida que la persona envejece. La OMS estima que el 5% de las personas entre los 65 y los 74 años tiene alzheimer. Pero esta cifra se dispara a casi el 50% en los mayores de 85 años.
Asegura el experto que la mayoría de los pacientes presentan un inicio tardío de la enfermedad: Esto significa que normalmente se desarrolla después de los 60 años.
Genética: Una forma poco común de la enfermedad de alzheimer que afecta a pacientes más jóvenes se conoce como alzheimer de inicio temprano. Esto ocurre en 5% de los casos y tiende a desarrollarse antes de los 60 años. Los estudios indican que, en la mayoría de estos casos, la enfermedad se encuentra en el árbol familiar.
¿Qué hacer para prevenir el alzheimer?
Afirma el neurólogo Hugo Umeres que aunque aún no existe una estrategia probada para prevenir el alzheimer, sí existe evidencia sólida de que varios factores relacionados con un estilo de vida saludable pueden tener un efecto positivo en la reducción del riesgo de padecer esta enfermedad.
Ejercitar el cuerpo y la mente:
Algunas investigaciones indican que es favorable ejercitar el cerebro mediante actividades como la lectura, el aprendizaje de un instrumento musical o jugar ajedrez. Estas actividades pueden ayudar a proteger a las personas del deterioro cognitivo más tarde en la vida.
También es valioso para la salud, sobre todo en adultos mayores. El ejercicio puede ayudarle a mantener la fortaleza muscular, disminuir la fragilidad y mejorar el estado de ánimo de los pacientes con alzheimer.
Disminuir el riesgo de traumatismo craneal:
Aumenta el riesgo de padecer la enfermedad si una persona se golpea la cabeza, por lo que los especialistas aconsejan evitar las caídas con lesión cerebrales por golpe o fractura. Este descubrimiento está impulsando los esfuerzos de la salud pública para mejorar la calidad de los cascos de protección y reducir las tasas de lesiones en la cabeza en ciertos deportes.
Tener sueño suficiente y reparador:
No dormir bien tiene graves consecuencias en el bienestar del organismo, tanto a nivel orgánico como en su rendimiento. En la actualidad —sostuvo Umeres— se reconoce el rol de las anormalidades en el deterioro cognitivo y la demencia. También se han analizado los efectos de los síntomas de la respiración con trastornos del sueño, como por ejemplo los ronquidos y la falta de aliento al despertarse.
Evitar el aislamiento social:
El neurólogo destaca que este aspecto de la prevención implica evitar aislar a las personas mayores y ayudarlos a mantenerse activos.
El pasado 21 de septiembre, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que solo una cuarta parte de los países del mundo cuenta con una política, estrategia o plan nacional de apoyo a las personas con demencia o alzheimer y sus familias.
Al mismo tiempo, según el informe de la OMS, el número de personas que viven con demencia está creciendo. Se calcula que más de 55 millones de personas (el 8,1% de las mujeres y el 5,4% de los hombres mayores de 65 años) viven con esta enfermedad. Se calcula que esta cifra aumentará a 78 millones para 2030 y a 139 millones para 2050.
Explicó la organización que la demencia está causada por una serie de enfermedades y lesiones que afectan al cerebro, como la enfermedad de alzheimer o la apoplejía.
“La demencia roba a millones de personas sus recuerdos, su independencia y su dignidad, pero también nos arrebata a los demás a las personas que conocemos y amamos”, dijo Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud.