Uno de los consejos de muchos nutricionistas es incluir a los cereales dentro de una dieta normal, para mantener un estilo de vida saludable y libre de enfermedades. Una de las formas más fáciles es consumir alimentos que los contengan. El pan es uno de los más populares.
Aunque muchos le han hecho la guerra a este alimento, asegurando que sube de peso y no permite adelgazar, otros profesionales han salido a desmentir estas afirmaciones, asegurando que el aumento de peso se produce cuando se consume más energía de la que se gasta y no por el consumo de un alimento en particular.
Por ello, el pan es un alimento clave para el organismo; consumido en la justa proporción, aporta más beneficios que perjuicios al organismo.
Qué tipo de harina se debe consumir para reducir el azúcar en la sangre
Entre los beneficios de consumir pan hecho a base de harina de trigo, se encuentra su aporte energético. Su alto contenido de hidratos de carbono permite darle combustible al organismo y sobre todo al cerebro.
Su riqueza en vitaminas y nutrientes también es uno de los beneficios. Contiene hierro, magnesio, potasio y ácido fólico, por lo que evita que los niveles de azúcar en la sangre se aumenten. Es un alimento que pueden consumir personas diabéticas, siempre y cuando lo consuman controladamente.
Este le ayudará a ser más constante si está en dieta, debido a que cubre las necesidades nutricionales del organismo con un consumo moderado. Una ingesta de al menos 100 gramos permite reducir tallas.
También previene enfermedades como la diabetes, obesidad, enfermedades cardiovasculares o neurodegenerativas. Esto se debe a que tiene un alto contenido en proteína.
Una de sus grandes fortalezas es el freno al envejecimiento celular y los beneficios al sistema nervioso.
¿Cuál es el pan más saludable?
En una dieta saludable no es necesario dejar de consumir el pan, ya que hay muchos factores que se pueden tomar en cuenta: el tipo de pan, con qué lo acompaña y en qué medida lo consume.
CNN mencionó que el consumo de tres porciones diarias de este alimento con granos integrales puede prevenir la diabetes; y el pan blanco, las enfermedades cardiovasculares, así como el cáncer colorrectal, pancreático y gástrico. No obstante, antes de ingerirlo, es importante definir qué clase de dieta quiere llevar.
Pan integral: brinda vitaminas, granos integrales y fibras. Además, tienen un menor impacto en el azúcar de la sangre, un punto a favor para las personas con resistencia a la insulina, de acuerdo con la nutrióloga Mokari.
Una rebanada (34 gramos) de pan integral germinado, por ejemplo, aporta aproximadamente:
- Energía: 80 calorías
- Proteína: 4 gramos
- Grasa: 0,5 gramos
- Carbohidratos: 15 gramos
- Fibra: 3 gramos
Pan blanco: para las personas que quieren evitar las harinas refinadas, la masa madre es buena opción. Esta puede ser más fácil de digerir que otras, posiblemente por los probióticos que contiene. Lifestyle detalló que tiene un índice glicémico bajo. Por eso, este tipo de pan causa un menor aumento en el azúcar de la sangre.
La masa madre se puede preparar con harinas de trigo integral y blancas. Una rebanada (47 gramos) de masa madre de trigo integral aporta aproximadamente:
- Energía: 120 calorías
- Proteína: 4 gramos
- Grasa: 0 gramos
- Carbohidratos: 20 gramos
- Fibra: 3 gramos
Pan sin gluten: elaborado con trigo, centeno o cebada. Estas son opciones seguras para las personas que necesitan evitar este ingrediente y para las personas con enfermedad celíaca o sensibilidad al gluten. Normalmente, están hechos con arroz integral, almendras, coco, papa, harina de maíz o tapioca.