Universidad Complutense de MadridSEMANA:¿Qué hemos logrado con el genoma humano?JRL: En primer lugar situar al hombre en su puesto en la naturaleza. Ese lenguaje genético lo compartimos todos los organismos vivos. Al saber que compartimos una función celular común a todos quizás podamos salir de nuestro antropocentrismo y ser quizás más humildes.SEMANA:¿No cree que la gente vive muy confundida en lo que se refiere a la clonación y sus alcances?JRL:Los científicos tenemos la obligación de salir de nuestros laboratorios a la sociedad y contar las cosas de la forma más accesible para que la gente no se asuste. Una vez la gente sepa las cosas podrá discernir porque no todo lo que sea técnicamente posible es éticamente deseable. SEMANA:¿Por qué existen tantos vacíos en la legislación sobre estos temas?JRL:Por lo general el hecho científico biomédico va por delante de la norma ética y jurídica. Creo que el único caso en la historia de la ciencia en el que el hecho científico no va por delante es el de la clonación reproductiva humana la cual ha sido condenada éticamente casi por todo el mundo. SEMANA:¿Y qué pasa en el caso del científico italiano Antinori quien ha dicho que va a clonar humanos?JRL:Bueno eso por llamarlo científico. Una figura como la de Antinori hace mucho daño a la medicina porque no es correcto lo que quiere hacer. Yo espero que lo suyo sea una falsedad. Yo creo que buscan notoriedad, quizás una financiación.SEMANA:¿Qué se ha aprendido de la clonación en animales?JRL:Desde 1997 cuando se clonó la oveja Dolly se han clonado cerdos, ovejas, ganado vacuno, ratones, gatos, conejos, etc. La técnica está bastante concebida aunque normalmente hay bastantes fracasos. Por eso en el caso humano es una irresponsabilidad emplear una técnica que todavía presenta fracasos. Sus usos serían en ganadería pues se podría clonar a sementales para que no se perdiera esa línea genética tan valiosa.SEMANA: ¿Cómo ve la investigación en células troncales?JRL:las células troncales son células indiferenciadas que no tienen una función específica y se pueden reproducir de forma ilimitada hasta que en cierto momento y de alguna manera reciben la orden de diferenciarse. Puede ser en célula de corazón, de hígado, etc. Entonces la terapia celular puede consistir en disponer del cultivo del tejido en el laboratorio de tal manera que células troncales embrionarias se retiran del embrión -causando su destrucción y ahí radica el problema ético- se llevan al laboratorio y se trata de darles la orden para que se diferencien. Pensar que se puede disponer de cultivos de cualquier parte del cuerpo es algo médicamente fantástico. Pero hay que plantearse si ese fin fantástico justifica los medios que en este caso es crear un embrión y luego destruirlo.La opción sería entonces con las células troncales adultas que se encuentran en órganos esenciales como el hígado, el riñón y que también pueden llegar a establecer otro tipo de tejido y su obtención no supone problemas éticos. Hoy en día esa es la lucha bioética.