Dado que la vida es cada vez más agitada e implica un gran desgaste físico y mental, se ha vuelto habitual que las personas tanto adultas como jóvenes recurran al consumo de algunos productos para recuperar energía.

No es extraño ver muchas marcas de bebidas energizantes en los supermercados. Sin embargo, muchos de ellos consumidos en exceso pueden alterar el metabolismo y no darle la energía real que el cuerpo necesita. A algunos se les ha elevado el nivel de cafeína y taurina, lo cual no es saludable para el organismo.

La buena noticia es que en el mundo natural también hay muchos productos que cumplen con la misión de dar energía, relajar el cuerpo y ayudar en procesos de recuperación generados ya sea por el trabajo, el estudio o la actividad física.

1. Ginseng. Según el portal MedlinePlus el ginseng goza de gran popularidad y puede consumirse para tratar el estrés, estimular el sistema inmunológico, además de actuar como estimulante. No obstante, es preciso saber que si se consume de forma excesiva puede provocar efectos secundarios como insomnio y agitación. De igual forma, puede interactuar de forma negativa con diversos fármacos, por lo que es recomendable consultar con un médico antes de empezar a consumirlo.

2. Vitamina B12. Posee propiedades energizantes y favorece la producción de melantonina, la hormona responsable de regular los ciclos de sueño. Esto es clave porque ayuda a dormir mejor de noche y a relajar el cuerpo. Se puede encontrar en alimentos como los mariscos, el hígado de res, carnes, aves, lácteos y algunos cereales.

3. Ginkgo Biloba: El extracto de este árbol se emplea en la medicina china tradicional para tratar la fatiga, el asma, la bronquitis y otros males. Se puede consumir en forma de infusión en la mañana y actúa como un energizante natural al estimular la circulación de la sangre hacia el cerebro y las extremidades. Este aumento en la circulación, similar a lo que ocurre cuando se realiza actividad física, genera una sensación de alerta y vitalidad, lo que mejora la concentración y la memoria, indica un artículo publicado en Universia.net.

4. Polen de abeja: Aunque suene raro, se trata de un un producto capaz de estimular naturalmente el organismo. Además, la miel en sí cumple la labor de regular las funciones del sistema digestivo. Sin embargo, no se debe exceder el consumo. El polen contiene hidratos de carbono, minerales, proteínas y vitaminas que aportan energía al cuerpo.

5. Naranja y limón: Estos alimentos son ricos en vitaminas y carbohidratos. Pueden ser consumidos en jugo, acompañados de un poco de sal o azúcar con el fin de potenciar el sabor del zumo, indica el portal Mejorconsalud.

6. El chocolate negro. Para nadie es un secreto el poder estimulante que posee el chocolate. Consumirlo da un impulso de energía y motivación. Esto se debe a que no sólo trabaja en la restauración celular, sino también sobre los neurotransmisores. Los hace liberar serotonina y ácido gamma aminobutírico.

7. Frutas: Consumir manzanas, uvas, duraznos y cítricos es favorable pues contienen niveles de fructosa (azúcar) y vitaminas suficientes para aumentar tu energía. Los cítricos, a su vez, contienen vitamina C, un energizante natural. Aunque comer una fruta no lo “despertará” de forma tan rápida e intensa como lo haría un café, sí tiene un efecto más prolongado y saludable en el organismo.

El ejercicio es clave para mantener el cuerpo con energía.

8. Desayunar bien: No desayunar o ingerir muy poco alimento genera cansancio, además de que incentiva a comer más durante el día y priva al organismo de los nutrientes que necesita para comenzar la jornada. Un desayuno adecuado debe incluir fruta fresca, frutos secos, fuentes de proteína como lácteos o huevos, y carbohidratos en forma de cereales, además de granos integrales.

Sin embargo, recuperar energía no se da solo en los alimentos. Montar en bicicleta, trotar o caminar en la mañana vale la pena. Un poco de ejercicio aeróbico al comenzar el día no solo mejora la salud mental y física, sino que también funciona como un excelente despertador. Aunque pueda generar cierta fatiga, los efectos del ejercicio activan tu organismo, lo que produce una sensación energizante que se prolonga por todo el día.