El hipogonadismo masculino es una afección en la que el cuerpo no produce suficiente cantidad de la hormona que desempeña un papel clave en el crecimiento y desarrollo masculino durante la pubertad, llamada testosterona, o en la cantidad suficiente de espermatozoides o en ambos, explica Mayo Clinic.
Esta enfermedad puede presentarse con el paso de los años por alguna infección o lesión y en algunas ocasiones también puede haber hombres que nazcan con hipogonadismo masculino. Los efectos que conlleva este padecimiento, así como el tratamiento a seguir dependen de la causa de la enfermedad y del momento de la vida en el que ocurre el hipogonadismo masculino. De hecho, hay algunos tipos de hipogonadismo masculino que se pueden tratar con terapia de reemplazo de testosterona, destaca la entidad sin ánimo de lucro.
Agrega que los síntomas de esta afección dependen de la etapa de la vida en la que se presente: en el desarrollo fetal, antes de la pubertad o durante la edad adulta.
Si el cuerpo no produce suficiente testosterona durante el desarrollo fetal puede haber un retraso en el crecimiento de los órganos sexuales externos. Dependiendo del momento en el que se desarrolle el hipogonadismo y el nivel de testosterona que esté presente, el niño que es genéticamente masculino puede nacer con genitales femeninos, genitales que no son claramente masculinos ni femeninos –genitales ambiguos– o genitales masculinos subdesarrollados.
Si se presenta esta enfermedad antes de la pubertad, puede retrasar esta etapa de la vida, provocar un desarrollo incompleto de la pubertad u ocasionar una falta de desarrollo normal. En ese sentido, esta enfermedad puede obstaculizar el desarrollo de la masa muscular, el engrosamiento de la voz, el crecimiento de vello corporal y facial y el crecimiento del pene y de los testículos. Asimismo, puede causar el crecimiento excesivo de los brazos y las piernas en relación con el tronco del cuerpo o el desarrollo de tejido mamario (ginecomastia).
Por último, está el desarrollo del hipogonadismo en la adultez. En esa etapa de la vida esta enfermedad puede alterar algunas características físicas masculinas y perjudicar la función reproductiva normal. Los hombres adultos deben estar atentos a síntomas como la disminución del deseo sexual, la reducción de la energía y la depresión.
Mayo Clinic señala que con el paso del tiempo los hombres que padecen esta enfermedad pueden desarrollar disfunción eréctil, esterilidad, disminución del crecimiento de vello en la cara y el cuerpo, disminución de la masa muscular, desarrollo de tejido mamario y pérdida de masa ósea (osteoporosis).
Se trata de una enfermedad de la que hay que estar alerta, pues de llegar a desarrollar el hipogonadismo grave, puede causar cambios mentales y emocionales. De hecho, la entidad sin ánimo de lucro destaca que en la medida que la testosterona disminuye, algunos hombres tienen síntomas similares a los de la menopausia en las mujeres, incluyendo dificultad para concentrarse o calores.
Hay dos tipos básicos de hipogonadismo, primario y secundario. El primero también es conocido como insuficiencia testicular primaria y se origina a partir de un problema en los testículos. Síndrome de Klinefelter, testículos no descendidos, orquitis por parotiditis, hemocromatosis, lesión en los testículos o por algún tratamiento oncológico están entre las causas comunes del hipogonadismo primario.
Entretanto, el hipogonadismo secundario indica un problema en el hipotálamo o en la glándula pituitaria, partes del cerebro que envían señales a los testículos para que produzcan testosterona. “El hipotálamo produce la hormona liberadora de gonadotropina, que le indica a la glándula pituitaria que produzca la hormona estimulante de folículos y la hormona luteinizante. La hormona luteinizante entonces envía señales a los testículos para que produzcan testosterona”, señala Mayo Clinic.
Hay varias afecciones que pueden causar hipogonadismo secundario, tales como: Síndrome de Kallmann, trastornos hipofisarios, enfermedad inflamatoria, VIH/sida, medicamentos, obesidad y envejecimiento normal.
“Cualquier tipo de hipogonadismo puede ser causado por un rasgo hereditario (congénito) o algo que sucede posteriormente en la vida (adquirido), como una lesión o una infección. A veces, el hipogonadismo primario y secundario ocurren juntos”, aclara la entidad sin ánimo de lucro.
El tratamiento varía según el diagnóstico médico. Por lo general, esta enfermedad se trata con reemplazo de testosterona para que los niveles de testosterona vuelvan a la normalidad. Esta hormona puede ayudar a contrarrestar los signos y los síntomas del hipogonadismo masculino, como los son la disminución del deseo sexual, la disminución de la energía, la disminución del vello facial y corporal, y la pérdida de masa muscular y densidad ósea.