Los riñones son un par de órganos localizados en la parte inferior de la espalda. Cada uno se encuentra en un lado de la espina dorsal. Su buen funcionamiento es muy importante pues son los encargados de filtrar la sangre y eliminar las toxinas del cuerpo.
Estos órganos envían toxinas a la vejiga y posteriormente el cuerpo las expulsa con la orina. Cuando los riñones pierden la capacidad para filtrar desechos de la sangre de forma eficiente, se comienza a complicar la salud de las personas.
Según el sitio especializado Healthline, muchos factores pueden interferir con la salud del riñón y la función que desempeña, como por ejemplo: la exposición tóxica a los contaminantes ambientales o a ciertos medicamentos; algunas enfermedades graves o crónicas, deshidratación grave o un traumatismo renal.
El cuerpo se sobrecarga con toxinas si los riñones no hacen bien su trabajo. Esto puede derivar en una insuficiencia renal e incluso poner en peligro la vida del paciente si no se trata la enfermedad.
Algunas de las señales que indican que estos órganos no están bien son las siguientes:
1. Reducción en la cantidad de orina
2. Inflamación en las piernas, tobillos, y los pies debido a la retención de líquidos causados por la insuficiencia de los riñones para eliminar las aguas residuales.
3. Dificultad para respirar sin ninguna explicación. Este síntoma puede aparecer por falta de oxígeno en la sangre debido al descenso de la eritropoyetina (hormona producida por los riñones). Del mismo modo, puede deberse a una acumulación de líquidos en los pulmones porque los riñones no depuran bien.
4. Somnolencia o fatiga excesiva. Con una deficiencia renal se puede generar también anemia que hace que las personas se sientan sin la energía de siempre.
5. Ojos hinchados: Una señal temprana de que el sistema de filtro del riñón está dañado es la aparición de proteínas en la orina, lo que puede producir hinchazón alrededor del área de los ojos. Esto se puede explicar por el hecho de que los riñones están filtrando una gran cantidad de proteína en la orina en lugar de mantenerla y distribuirla por todo el cuerpo.
6. Dolor o presión en el pecho: Si se inflama la capa que cubre al corazón (pericardio), es posible que la persona sienta dolor en el pecho, dicen expertos de Mayo Clinic.
7. Falta de sueño. Cuando los riñones no funcionan como debe ser, significa que las toxinas no pueden salir del cuerpo a través de la orina y permanecen en la sangre. El aumento en el nivel de toxinas hace que sea difícil conciliar el sueño.
8. Piel seca. Los riñones sanos eliminan los desechos y el exceso de líquido de la sangre, ayudando a producir glóbulos rojos y manteniendo la cantidad adecuada de minerales en el cuerpo. Cuando se presenta picazón y resequedad en la piel, esto indica la falla de los riñones para mantener el equilibrio adecuado de minerales y nutrientes.
9. Levantarse a orinar en la noche. Cuando los riñones no funcionan bien se pueden presentar cambios y es posible que las personas orinen más seguido o en mayor cantidad que lo usual, la orina puede ser espumosa, también es posible que se orine con menos frecuencia o que la orina pueda contener sangre.
10. Mal aliento: Cuando las toxinas se acumulan en la sangre, cambia el sabor de los alimentos y causa una sensación similar a un sabor metálico en la boca. Tener mal aliento es otra señal de tener demasiadas toxinas y contaminación en el torrente sanguíneo. Además, las personas pueden perder gusto por algunos alimentos como la carne y perder el apetito en general, lo que termina influyendo en el peso.
El Servicio de Nefrología y Hemodiálisis de Hospital Clínica Benidorm, en España, propone una serie de recomendaciones para cuidar los riñones y prevenir así la enfermedad renal:
- Hacer ejercicio de 30 a 60 minutos al día.
- Consumir mucha agua
- Evitar el sobrepeso y la obesidad
- Controlar la dieta
- Reducir el consumo de sal
- Evitar dietas de alto contenido protéico
- Evitar alimentos procesados o con aditivos de fosfato
- Disminuir el consumo de azúcar
- Evitar las bebidas azucaradas y carbonatadas
- Consumo moderado de alcohol
- No fumar
- Evitar el consumo de antiinflamatorios, sólo en ocasiones puntuales, siempre bajo prescripción médica.
- Realizar controles periódicos del estado de salud, especialmente con análisis de sangre y orina que recojan valores como la urea, la creatinina y la glucosa.
La recomendación de los expertos es que, si una persona comienza a evidenciar esta serie de síntomas o señales, acuda al especialista para que le ordene los exámenes y tratamiento indicado.