El cuidado de la piel hace parte de la rutina de muchas personas en el mundo. Mientras algunos optan por invertir grandes cuantías de dinero en productos que están disponibles en el mercado o las novedades que anuncian compañías de belleza, otros optan por las soluciones caseras. Como todo, entre gustos no hay disgustos, pero lo cierto es que lo natural y lo que está a la mano mandan la parada en la actualidad.
El colágeno es una proteína esencial para el ser humano. Su importancia radica en la función de cabecera que tiene en cuanto al buen mantenimiento de los tejidos de la piel. Esta proteína compone el 80 % de la piel y se encarga de mantener una apariencia joven, tersa y saludable en los tejidos cutáneos.
El cuidado de la piel está en manos de cada individuo y es importante tener en cuenta que a partir de los 25 años el colágeno empieza a descomponerse más rápido de lo que el cuerpo puede reemplazarlo, provocando un envejecimiento de la piel.
Hay que aclarar que no todo está en manos del colágeno, otros agentes externos inciden en el deterioro de la piel como la exposición al sol, la contaminación, el consumo de tabaco, el estrés, la mala alimentación o los cambios fisiológicos propios de la edad, entre otros. Al aportarle colágeno a la piel se puede retardar un poco la aparición de las arrugas.
En la despensa hay un sinnúmero de productos que sirven para el cuidado de la piel como el café, la cáscara de huevo, el limón, el aguacate, la manzanilla, entre otros, con los que se pueden realizar mascarillas con facilidad. A continuación algunas recetas que reseña el portal especializado en bienestar, Salud 180:
Mascarilla con aguacate
Un aguacate y una cápsula de vitamina E son los únicos ingredientes que necesita para su preparación. En primer lugar, debe cortar el aguacate por la mitad y esa porción la verterá en un recipiente para machacarla hasta que quede una pasta cremosa, luego abra la cápsula de vitamina E y viértala en la mezcla, revuelva hasta que se incorporen los dos ingredientes.
Surtido ese proceso, asegúrese de tener el rostro completamente limpio y luego aplique la mezcla sobre él con la ayuda de las yemas de los dedos, realizando movimientos circulares con delicadeza. Esta mascarilla debe dejarla actuar durante 20 minutos y luego retirarla con agua abundante, para después aplicar crema hidratante –acorde a su tipo de piel–. Puede repetir esta receta una vez a la semana.
Mascarilla de papa con manzanilla
Los ingredientes que necesita para esta preparación son: una papa, una cucharada de flores de manzanilla y 250 mililitros de agua. Primero debe verter el agua en un recipiente que colocará a calentar hasta que llegue a su punto máximo de ebullición, cuando esto ocurra, vierta la manzanilla y baja la llama un poco para dejar que la manzanilla se cocine por 10 minutos.
Surtido ese proceso, deje enfriar la mezcla durante cinco minutos y luego cuélela. Mientras que se cocina la manzanilla, lave y pele la papa, la cual deberá machacar hasta que quede en puré, el cual deberá ser mezclado con el agua de manzanilla. Esta mezcla debe aplicarla sobre todo el rostro –que debe estar limpio– con la ayuda de las yemas de los dedos en movimientos circulares, déjela actuar durante 20 minutos, luego retire con agua tibia y aplique crema hidratante. Esta mascarilla debe ser usada por lo menos dos veces a la semana.
Mascarilla de avena con papaya
Una cucharada y media de avena y una cucharada de pulpa de papaya son los elementos que necesita para su preparación. Para comenzar, vierta la avena en un recipiente que esté limpio, agregue la cucharada de pulpa de papaya y mezcle los dos ingredientes hasta obtener una mixtura homogénea.
Como con las mascarillas anteriores, cerciórese de tener limpio el rostro y aplique la mascarilla con la ayuda de las yemas de los dedos, realizando movimientos circulares por todo el rostro. Déjela actuar durante 20 minutos y retírela con abundante agua tibia para luego aplicar crema hidratante. Puede aplicarla dos veces a la semana.