Estos miomas, llamados también fibromas uterinos, son el tipo más común de tumor benigno en las mujeres en edad reproductiva y en algunos casos pueden causar la infertilidad, dependiendo de su tamaño y ubicación.

Se trata de un padecimiento que afecta con más frecuencia a mujeres que padecen obesidad, sufren hipertensión o tienen antecedentes antecedentes familiares de esa enfermedad.

Según el portal especializado MedlinePlus, este tipo de miomas son muy comunes. Hasta una de cada cinco mujeres puede tenerlos durante sus años de fertilidad. La mitad de todas las mujeres tiene miomas hacia los 50 años.

Se trata de un padecimiento que es poco frecuente en mujeres menores de 20 años. Según los especialistas, son más comunes en mujeres afroamericanas que en las blancas, hispanas o asiáticas.

No hay evidencia científica de exactamente qué causa los miomas. Los científicos creen que son ocasionados por hormonas del cuerpo y genes (hereditarios).

Los miomas uterinos pueden ser tan diminutos que se necesita un microscopio para verlos. También pueden alcanzar un gran tamaño. Aunque es posible que solo se desarrolle un mioma uterino, en la mayoría de los casos hay más de uno.

Estos miomas pueden crecer en la pared muscular del útero (miometriales), justo bajo la superficie del revestimiento uterino (submucosos), bajo la cubierta externa del útero (subserosos) o en un tallo o pedúnculo largo en la parte externa del útero o dentro de la cavidad del mismo (pedunculados).

Los miomas pueden aparecen con mayor frecuencia en la etapa reproductiva. | Foto: ericsphotography

Estos fibromas, según especialistas de Mayo Clinic, no están asociados con un mayor riesgo de cáncer uterino y casi nunca se convierten en cáncer.

En la inmensa mayoría de los casos estos miomas son tumores benignos, aunque las estadísticas indican que aproximadamente una de cada 10.000 pacientes presentarán un tumor maligno, que se denomina leiomiosarcoma. En estos casos el crecimiento del mioma suele ser rápido y esto hay que tenerlo especialmente presente en pacientes post-menopáusicas, indica un artículo de Clínica Universidad de Navarra.

Muchas mujeres tienen fibromas uterinos en algún momento de su vida. Sin embargo, es posible que no sepan que están en su organismo porque a menudo no causan síntomas. El médico puede descubrir fibromas por accidente durante un examen pélvico o una ecografía prenatal.

A veces se pueden presentar problemas en el embarazo por cuenta de estos fibromas. | Foto: Getty Image

Los síntomas pueden verse influenciados por la ubicación, el tamaño y número de fibromas. Algunos de ellos se manifiestan por sangrado menstrual abundante, períodos menstruales que duran más de una semana, presión o dolor pélvico, necesidad de orinar a menudo, dificultad para vaciar la vejiga, estreñimiento, dolor de espalda o de piernas.

Es probable que los miomas sangran abundantemente, tanto durante la menstruación como de manera irregular. Si estas hemorragias no se controlan se pueden generar anemias y otros problemas relacionados, por lo que es importante tratarlos lo antes posible.

En raras ocasiones, un fibroma puede causar dolor agudo cuando supera su suministro de sangre y comienza a morir.

¿Puede generar infertilidad?

Cuando los tumores causan síntomas importantes o son de elevado tamaño pueden interferir en la fertilidad o complicar un embarazo; en ese caso, es necesario extirparlos.

El riesgo de infertilidad depende del tamaño, del número y de la localización de los miomas. Para ello, la miomectomía sería la opción más válida para aquellas mujeres en edad reproductiva que quieran quedar embarazadas.

El mioma aumenta su tamaño dependiendo directamente de los estrógenos, y dado que durante el embarazo predomina la progesterona, es probable que los fibromas estén en reposo hasta el parto. En ese sentido, también pueden provocar abortos en el primer trimestre de gestación o partos prematuros, además de alterar la postura del bebé y su nacimiento.