Cerca de 80 millones de personas han resultado contagiadas con VIH-SIDA tras los primeros reportes registrados en 1981, de acuerdo con cifras oficiales, una lucha en la que se ha venido avanzando con la aparición de tratamientos y medicamentos para combatirlo y evitar su propagación.
Según esas estadísticas divulgadas por ONUSIDA, 36,3 millones de personas fallecieron a causa de enfermedades asociadas con la enfermedad.
Las cifras de contagio siguen preocupando, toda vez que en 2020 en medio de la pandemia contra el coronavirus, 1,5 millones de personas contrajeron la infección, mientras que 680.000 fallecieron.
En medio de esas cifras, la farmacéutica Moderna empezará las pruebas de su vacuna contra el VIH el 19 de agosto y tiene esperanzas en la eficacia y seguridad que ha mostrado la tecnología de ARN mensajero, la misma que esa compañía desarrolló para la que se aplica actualmente contra la covid-19.
La información fue conocida luego de que la empresa norteamericana hizo la notificación en el registro del Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos, poniendo la fecha de inicio y señalando que los ensayos deben terminar hacia la primavera de 2023.
Así lo publicó la revista Newsweek en un artículo en que se reveló que Moderna tiene dos candidatas a vacuna para el VIH: la mRNA-1644 y la mRNA-1644v2-Core, las cuales ya pasaron las pruebas iniciales de seguridad antes de ser usadas en humanos y ahora serán aplicadas a 56 participantes de entre 18 y 56 años que son negativos para el virus.
Pese a que desde hace varios años se han venido adelantando ensayos de vacunas contra el SIDA, es la primera vez que se utiliza esa tecnología (ARN mensajero) que las haría más efectivas y seguras, y que les da la probabilidad de superar las etapas que otros fármacos no han podido pasar.
Para los investigadores de Moderna, se trata de una perspectiva nueva y que ha mostrado eficacia y seguridad en la pandemia del coronavirus, ya que permite, además, modificar fácilmente la vacuna.
En mayo pasado, el director general de Moderna, Stéphane Bancel, había advertido en una entrevista que la vacuna contra la covid-19 era sólo el comienzo, tras señalar que si el ARN mensajero funcionaba, esto daría lugar a una nueva y gigantesca industria capaz de tratar casi todo, desde las enfermedades cardíacas hasta el cáncer y las afecciones genéticas poco frecuentes.
En ese sentido, señaló que la compañía norteamericana tiene fármacos en fase de prueba para esas tres categorías, por lo que puede convertirse en un fabricante de vacunas dominante, desarrollando vacunas para virus emergentes como el Nipah y el Zika, así como para patógenos más conocidos y difíciles de tratar, como el VIH.
“Vamos a revolucionar totalmente el mercado de las vacunas”, enfatizó tras señalar que la farmacéutica desarrolla vacunas para 10 virus que están en fase de ensayos clínicos en seres humanos o a punto de estarlo.
Entre ellas se encuentran tres tipos de refuerzos de covid-19 que están en fase de pruebas, una vacuna contra la gripe estacional que comenzó su primer estudio en humanos en julio y los inmunizantes contra el VIH que comenzará a probarse esta semana.
El VIH aumenta el riesgo de forma grave de covid-19, según la OMS
Estar infectado con el VIH, el virus del sida, aumenta el riesgo de contraer una forma grave de covid-19, incluso de muerte si el paciente está en el hospital, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicados el jueves.
“Hasta ahora, el impacto del VIH en la gravedad y mortalidad provocada por el coronavirus era poco conocido, y las conclusiones de estudios anteriores eran contradictorias”, destacó en un comunicado la conferencia científica de la IAS (Sociedad Internacional sobre el Sida) en el marco de la cual se presentaron los resultados.
“Este estudio subraya la importancia de incluir a las personas que viven con el VIH en las poblaciones prioritarias para la vacunación contra la covid-19”, dijo la presidenta de la IAS, Adeeba Kamarulzaman.
“La comunidad internacional debe hacer más para garantizar que los países muy afectados por el VIH tengan acceso inmediato a las vacunas contra la covid-19. Es inaceptable que menos del 3 % (de la población) del continente africano haya recibido una dosis de vacuna y menos del 1,5 % haya recibido dos”, insistió.
El estudio realizado por la OMS abarca a 15.500 infectados por el VIH y hospitalizados por covid-19 en 24 países. Su edad media era de 45 años y medio, y más de un tercio tenía una forma grave o crítica de coronavirus.
Casi todos (92%) recibían terapia antirretroviral antes de ser hospitalizados. Del total de casos estudiados, casi una cuarta parte (23%) de los pacientes con resultados clínicos documentados murieron en el hospital.
Teniendo en cuenta otros factores (edad o presencia de otros problemas de salud), estos resultados muestran que “la infección por VIH es un factor de riesgo significativo tanto para las formas graves y críticas del covid-19 en el momento de la hospitalización, como para la mortalidad en el hospital”, subrayó la OMS.
Con información de AFP.