Conducir un automóvil es una tarea que se ha vuelto cotidiana para muchas personas, que utilizan un vehículo de 4 ruedas para desplazarse de un lugar a otro con mayor comodidad. Pese a ello, no deja de ser una actividad que implica cierto nivel de riesgo.
Manejar bajo los efectos del alcohol y de alucinógenos está prohibido en la mayoría de países del mundo, debido a la peligrosidad que corren el mismo conductor y los peatones.
Pese a ello, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos lanzó una alerta por algunos medicamentos que podrían ser peligrosos si se consumen antes de hacer esta tarea.
Medicamentos que podrían resultar peligrosos para manejar
De acuerdo con la entidad, la mayoría de medicamentos que existen en el mercado no afectarán su capacidad para conducir. Sin embargo, algunos medicamentos recetados y de venta libre, pueden tener ciertos efectos secundarios y provocar reacciones, que pueden resultar peligrosas si se encuentra al volante.
Entre las condiciones que podría desarrollar está el sueño o somnolencia, la vista borrosa, mareo, movimientos más lentos, desmayos, incapacidad para concentrarse, náuseas o irritabilidad.
Estas medicinas podrían afectar su capacidad para manejar en un corto plazo después de tomarlas. Otras podrían tener un efecto por más tiempo. Lo recomendable es evitar manejar luego de tomarlas, pero nunca alterar la hora ni fecha en la que debe consumirlas.
Los fármacos con un potencial riesgo son los siguientes:
- Analgésicos opiáceos.
- Medicamentos de prescripción médica para la ansiedad (por ejemplo, la benzodiacepina).
- Medicamentos anticonvulsivos (antiepilépticos).
- Medicamentos antipsicóticos.
- Algunos antidepresivos.
- Productos que contienen codeína.
- Algunos remedios para el resfriado y productos para la alergia, tales como los antihistamínicos (de venta tanto con receta como sin ella).
- Pastillas para dormir.
- Relajantes musculares.
- Medicinas que tratan o controlan los síntomas de la diarrea.
- Medicinas que tratan o previenen los síntomas del mareo.
- Pastillas para adelgazar, los medicamentos para “mantenerse despierto” y otros fármacos con estimulantes (con cafeína, efedrina o pseudoefedrina).
10 medicamentos para humanos que son peligrosos en perros y gatos
Según la fundación World Animal Protection y la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés), una de las principales causas de envenenamiento de perros y gatos es la mala administración de medicinas. Estos son los 10 medicamentos más tóxicos para perros y gatos:
1. Antiinflamatorios no esteroides (AINE’s)
Estos medicamentos antiinflamatorios y analgésicos impiden la producción de prostaglandinas, las hormonas encargadas de mediar reacciones nerviosas luego de una lesión.
Dentro de esta categoría encontramos medicamentos como el paracetamol. Este es el medicamento más tóxico para los perros y los gatos, ya que tras su consumo pueden sufrir inmediatamente un fallo renal y hepático, úlceras estomacales e inflamación del hígado. Esto se debe a que los AINE´s reducen el flujo sanguíneo al riñón.
Otros medicamentos pertenecientes a los AINE´s que no se le pueden dar a los perros y gatos son el ibuprofeno y la aspirina. En dosis que superen los 5 miligramos por kilo de peso corporal, este medicamento es tóxico para perros y gatos. Los síntomas de intoxicación por paracetamol o ibuprofeno incluyen: vómitos, diarrea, pérdida del apetito, orina con sangre, convulsiones, falla renal y hepática.
Cabe resaltar que según la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés), hay unos AINE´s que sí pueden ser consumidos por perros en dosis bajas y recetados por un veterinario. Entre ellos se encuentra el carprofeno, el meloxicam y el grapiprant.
2. Acetaminofén
Este medicamento es perjudicial para las mascotas -especialmente para los gatos- ya que a largo plazo su consumo puede generar un daño en los glóbulos rojos, lo que evita que el oxígeno sea transportado a través del flujo sanguíneo. A corto plazo, las mascotas que consumen acetaminofén pueden sufrir de insuficiencia en el hígado.
3. Tramadol
El tramadol es un medicamento opioide con efectos analgésicos y en casos específicos puede ser recetado por el veterinario. Sin embargo, en altas dosis el tramadol puede generar que el perro o gato tenga agitación, mareos, vómitos, convulsiones y desorientación.
4. Inhibidores Selectivos de la Recaptación de Serotonina (ISRS)
Los ISRS son medicamentos antidepresivos en los cuales se encuentran el citalopram, la fluoxetina, la paroxetina y la sertralina. Estos tienen efectos directos en la salud renal de los perros y gatos. Adicionalmente, el consumo de este tipo de medicamentos puede causarles problemas neurológicos. Síntomas de una sobredosis por ISRS: aturdimiento, convulsiones, descoordinación, temblores y sedación.
5. Benzodiacepinas
Estos medicamentos psicotrópicos son potentes sedantes recetados a personas con ansiedad, epilepsia y otros tipos de afecciones nerviosas. En este conjunto están el alprazolam, el diazepam, el lorazepam, el clordiazepóxido, entre otros.