En el proceso de pérdida de peso todo cuenta para beneficio de la salud, así sea solo un kilo o pequeños cambios en los hábitos de alimentación, empiezan a mostrar resultados que se reflejan en indicadores clínicos como los triglicéridos, el colesterol, entre otros. El manejo integral de médicos y especialistas en esta tarea es clave para que la disminución sea progresiva y a largo plazo, hasta que se adopte por completo un nuevo estilo de vida.
El sobrepeso y la obesidad no son un tema estético, son un factor de riesgo y una enfermedad crónica, respectivamente que no llegan solas, sino que pueden desencadenar más de 150 enfermedades más complejas tales como: diabetes tipo II, hipertensión, problemas coronarios, accidentes cerebro vasculares, algunos tipos de cáncer y reumatismo, apnea de sueño y hasta desórdenes neurológicos, entre otras.
Los beneficios al bajar de peso son múltiples y van desde controlar las enfermedades más desafiantes como un accidente cerebro vascular o problemas coronarios, hasta dormir bien, tener un mejor humor, mejorar la memoria, aumentar la actividad física y disminuir el dolor articular, así como evitar la toma de más medicamentos.
Para el médico internista y endocrinólogo, Miguel Omeara Novoa a veces se subestima que perdidas de peso tan pequeñas como el 5 por ciento pueden no ser significativas, “y la verdad es que las pequeñas pérdidas contrastan con grandes beneficios en valores que van desde el 3 al 5 %, y obviamente, los beneficios clínicos, en síntomas, en enfermedades y comorbilidades son mayores conforme la pérdida de peso es mayor”.
Señala el especialista, que cuando se pierde uno por ciento de peso, baja el colesterol malo en 1% y aumenta en 1% el colesterol bueno. “Perder solo un 1 % de peso puede involucrar hasta 3% de disminución de triglicéridos, y esto es muy relevante, porque muchas veces existe el concepto mágico de que hay que perder y llegar al peso ideal, y eso en la práctica clínica es muy complejo”.
Da un ejemplo: si se pierde el 5 % sobre la base en un paciente, éste puede estar disminuyendo el riesgo de diabetes en casi un 58 %. “O si un paciente tiene diabetes y pierde un 5 % de su peso baja un parámetro muy importante de control de la glucosa (azúcar) hasta un 0,4 por ciento.
También, perder un kilo va de la mano con bajar la presión arterial, más o menos en un punto, y “definitivamente entre más alta sea la pérdida de peso, la persona puede mejorar muchos parámetros de riesgo cardiovascular hasta un 10 %, y reducir el riesgo”.
Advierte Omeara, que una pequeña pérdida de peso contrasta con un gran beneficio en disminución de comorbilidades, y una mejora en indicadores como la presión arterial, perfil de lípidos, triglicéridos, colesterol total, riesgo de diabetes y de mortalidad cardiovascular.
El reto es mantenerse
Muchas personas inician su proceso de pérdida de peso, pero, sino son acompañados por un grupo de médicos y especialistas de una manera integral, se aumenta el riesgo que ‘tiren la toalla’ al poco tiempo.
“Mantener el peso o la disminución de peso es fundamental, porque con mucha frecuencia vemos pacientes que no tienen un buen abordaje multidisciplinario, ya sea por el seguimiento o por falta de motivación… Si no se sostienen, y realmente ese sostenimiento a largo plazo, esa pérdida de peso que puede ir al 5 % ojalá más, es la que realmente muestra los beneficios de la disminución de peso”, explicó el galeno.
Hace referencia a varios estudios que han demostrado que una pérdida de más o menos del 5 % en kilos, a largo plazo, favorecen la disminución de mortalidad en 15 %.
“No es solo perder peso sino mantenerla a largo plazo, para que ver los beneficios en calidad de vida y disminución de riesgo de enfermedades. Ese es el gran reto, lograr justamente que esa pérdida de eso se vea a lo largo del tiempo y no solamente durante unos meses. Mantenerla por años y siempre así es lo ideal”, enfatizó el médico Omeara.
Los pacientes lo constatan. En obesidad es el caso de Beatriz Helena Castrillón, quien al bajar 70 kilos pudo volver a caminar, y en sobrepeso, Lucía, cuenta en su blog, los beneficios que empezó a sentir al bajar pocos kilos.
Lo importante es dar el primer paso: saber sí se tiene sobrepeso u obesidad, y para ello, existen herramientas web que permiten calcular el Índice de Masa Corporal —IMC— uno de los principales indicadores para saber en qué se estado se encuentra. En plataformas como La verdad de su peso se encuentra esta calculadora y otros contenidos educativos y de apoyo. Tras este autodiagnóstico, lo más indicado es pedir una cita con el médico o especialista (Internista y/o endocrinólogo) para empezar un proceso de pérdida de peso de la mano de un profesional.