Algunas personas pueden manifestar problemas de “digestión lenta”, que están asociados a síntomas como el estreñimiento, la baja frecuencia en la expulsión de heces y la presencia de hinchazón abdominal. Se trata de una condición de salud que puede estar asociada a múltiples causas y enfermedades distintas.
Por ejemplo, la Clínica Mayo, una institución médica de Estados Unidos, reseña la gastroparesis, una enfermedad que afecta las funciones normales de los músculos que se encuentran en el estómago.
“Por lo general, las contracciones musculares fuertes impulsan los alimentos por el tubo digestivo. Pero, si tienes gastroparesis, la motilidad de tu estómago se enlentece o directamente deja de funcionar, lo que impide que tu estómago se vacíe correctamente”, explica la Clínica Mayo.
Se trata, además, de una condición que puede estar asociada a otras afecciones como la diabetes o a complicaciones que se presentan después de sufrir una intervención quirúrgica. También se relaciona con el uso de algunos medicamentos como analgésicos opiáceos, antidepresivos y fármacos para tratar la hipertensión arterial.
Los pacientes con gastroparesis pueden percibir otras sensaciones, como náuseas, vómitos y cambios en los niveles de glucosa sanguínea.
Pero la digestión lenta no solo está relacionada con problemas que se presentan en el estómago, sino que también puede darse a raíz de afecciones en el colon. De hecho, algunas personas que padecen del síndrome de intestino irritable pueden tener períodos de estreñimiento.
Dependiendo de las afecciones que causen la digestión lenta, se pueden tomar algunas medidas, sobre todo a la hora de alimentarse.
Cecelia Health, una clínica estadounidense especializada en atención virtual, señala que para tratar la gastroparesis es clave tener una dieta baja en azúcar.
Por ejemplo, advierte que es importante reducir el consumo de gaseosas, tener comidas en porciones pequeñas, mantener una buena hidratación y reducir algunos alimentos ricos en grasas, debido a que se considera que tardan más en digerirse.
Además, es importante cocinar todas las verduras, porque las fibras que contienen, cuando están más crudas, se descomponen con mayor lentitud una vez llegan al estómago.
“Limite las comidas altas en grasas como la leche entera y el helado. Tenga en cuenta la grasa total que come. Un ejemplo sería la ensalada de aguacate con aderezo de maní y queso mozzarella: si bien estas son opciones saludables, ¡el contenido de grasa en estos alimentos podría retrasar aún más la digestión!”, indica Cecelia Health.
Si una persona, mientras tanto, tiene problemas de estreñimiento asociados al colon, debe seguir otras pautas de alimentación. Según la filial chilena de la distribuidora de medicamentos Cruz Verde, es clave incluir una cantidad de fibra adecuada en la dieta, que es de alrededor de 30 gramos cada día. Esta fibra se puede encontrar en los vegetales, algunos cereales integrales y en el yogur.
Así mismo, es fundamental consumir niveles suficientes de líquidos. Al día, por ejemplo, se recomienda que las personas consuman una cantidad de mínimo dos litros de agua, que pueden consumirse a través de distintos alimentos y bebidas.
“Consumir alguna variedad específica de probióticos que pueden ayudar a mejorar los movimientos evacuatorios”, señala la empresa Cruz Verde.
Los alimentos que contienen probióticos suelen favorecer el bienestar de la flora intestinal. Entre otros ejemplos, se pueden citar el yogur, el kefir (un lácteo que también es un producto lácteo), los pepinillos y el chucrut (que se obtiene a partir de la fermentación de la col).
Es clave que las personas acudan al médico si pasan dos días o más sin ir al baño, pues puede presentarse una acumulación de heces en el intestino que, a su vez, genera un incremento en las bacterias y puede causar problemas de salud.