Jimena Loaiza tiene 30 años, es diseñadora gráfica y le gusta llevar un estilo de vida saludable. Por eso, hace seis meses decidió tomar un plan de medicina prepagada complementario a su servicio de EPS (Entidad Promotora de Salud), y no duda en afirmar que este ha sido una de las mejores alternativas para mantener su bienestar. Según relata, “antes, en lo que pedía la cita a mi EPS y esperaba a que me atendieran, se me pasaba el dolor, por eso, ni siquiera pensaba en la idea de ir al médico”. Hoy es diferente y afirma que, aunque el copago es un poco más costoso del que pagaría si fuera a una cita común, sale beneficiada (en su caso paga $18.000). “Si lo comparo con la calidad y la eficacia de la atención, termino ganando, porque mi tiempo y mi salud valen más que el dinero mismo”, sentencia. Y es que, en la mayoría de las prepagadas el usuario no tiene que solicitar autorización para obtener citas con especialistas ni para realizarse exámenes de rutina, lo que le permite al usuario de éstas ahorrar tiempo y visitar a un profesional de la salud en el momento oportuno; simplemente hace una llamada y pide su consulta médica las veces que desee, por el motivo que requiera. ¿Pero, y hospitalizaciones o procedimientos especializados? De acuerdo con Juan Guillermo Zuloaga, Vicepresidente Ejecutivo de Salud y ARL de AXA COLPATRIA, “en el caso extraordinario en que sea necesaria una autorización, el proceso puede hacerse por internet y se le expedirá en máximo dos horas”. Adicionalmente, algunas de las medicinas prepagadas ofrecen el servicio de Médico a domicilio en donde el tiempo máximo de espera es de dos horas; que es en muchas ocasiones el mismo tiempo o menos, del que se espera en una sala de urgencias, pero en la comodidad de su casa. Por otra parte -continúa Zuloaga- “en el caso en el que en la llamada detectemos que el paciente tiene una emergencia, no nos demoramos más de 20 minutos en llegar a su casa o al lugar en el que se encuentre”. Compañías como esta, también ofrecen beneficios que van directo al bienestar del usuario, justificando el dinero que se paga. Un ejemplo de esto es el servicio de transporte a citas médicas, en el que si un paciente necesita ser asistido para desplazarse hacia el lugar de consulta, es recogido en el lugar que indique y llevado al centro asistencial en el que esté programado, brindando un plus que representa una ganancia para el usuario. Es por eso que Denis Silva, representante de la organización Pacientes Colombia, manifiesta que quienes cuentan con un plan de medicina prepagada “tienen mayor oportunidad en las agendas de los especialistas y en las hospitalizaciones, en cuanto tienen la posibilidad de acceder a cuartos individuales. Además, dependiendo de las pólizas, la cobertura será mayor y los beneficios van en esa misma línea”. La medicina prepagada es un servicio integral, beneficioso para personas de cualquier edad con diferentes necesidades de salud o para quienes, como Jimena, prefieren estar tranquilos ante un riesgo que no ha ocurrido. Personas como ella pueden acceder a planes desde $130.000 y, el precio varía según la edad y el género de quien lo adquiere, teniendo en cuenta los servicios adicionales a los que se quiere tener acceso. Es por esto que si Jimena deseara incluir en su plan a dos hijos con edades entre los 8 y 10 años, podría contratar un plan de medicina prepagada desde $380.000; lo cual es bastante favorable desde el punto de vista de costo beneficio y teniendo en cuenta que se trata de tres personas. Para un hombre de su misma edad, hay tarifas desde $95.000. Esto demuestra que las compañías aseguradoras han ajustado sus servicios no solo a las necesidades médicas de los usuarios sino también a su capacidad económica, generando un precio al público que, si se tienen en cuenta los beneficios, resulta grandemente asequible para la mayoría de los ciudadanos.